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La economista Guadalupe Bravo participó del noticiero del mediodía “Se tiene que decir”, para hablar sobre quiénes vienen ganando en esta crisis económica.

Los resultados de una investigación que realizamos desde La Izquierda Diario, analizando el caso YPF, que reparte dividendos y en 2019 ganó $ 187.000 millones mientras permite despidos a los contratados.

Ensenada: YPF obliga a renunciar a más de 200 trabajadores en medio de la pandemia

No se trata de un caso aislado, ya vimos lo que sucedió con el millonario Paolo Rocca de Techint semanas atrás. Y se enmarca en un contexto nacional que se vuelve hostil para los trabajadores y trabajadoras en el medio de esta pandemia.

Como ejemplo tenemos con el acuerdo UIA-CGT, los trabajadores que no estén realizando tareas por la cuarentena -salvo los exceptuados- podrán ser suspendidos y cobrarán el 75% del salario.

Una consecuencia inmediata fue la escalada de las suspensiones pegaron un salto ya son más de 1.871.036 durante la cuarentena, según el Observatorio Despidos en Pandemia de La Izquierda Diario.

Haciendo una cuenta rápida: el Estado pagará el 50 % del salario de los trabajadores privados(por el Decreto 376), valuado en $ 27.000 millones.

Las empresas, el restante 25%. Obtienen un descuento del 75 % del salario neto.

Si bien algunos trabajadores pueden entender que se “garantizan” sueldos aunque sean rebajados. Para las grandes empresas es un negocio redondo y hacia allí quería apuntar. Esto #Se tenía que decir!

Nos referimos a Empresas como YPF, que en 2019 tuvo ganancias por $ 187.000 millones.

Para dimensionar, hablamos de una empresa líder en la producción nacional de petróleo y gas. Desde 2015 a 2018 fue la que más facturó en el país.

Ahora YPF tiene luz verde para suspender, rebajar salario o como en Ensenada permitir despidos a 200 contratados, sin dar explicaciones. YPF S.A. es una empresa mixta, con participación pública (51) y privada (49%).

¿Qué pasó con el resultado del ejercicio en 2019? En distintos medios se sostuvo que YPF reportó pérdidas, ¿esto es así?

Si vemos la historia completa existe un resultado negativo y un resultado integral positivo: es ganancia.

El resultado neto se presenta como negativo ($33.000 millones) por un “hundimiento de costos”, a partir de un cambio en la estimación de los beneficios esperados que realizan los científicos. Pero si lo que se busca es saber a situación economía de la compañia, hay que mirar el flujo de caja.

Esto es lo que ven los inversores cuando quieren saber si la empresa esta generando dinero: si es rentable. ¿Qué dice el flujo de caja de YPF? Es positivo, tuvo una suba de 16% respecto a 2018.

Por último, en esta mecánica de exposición contable estan tenemos los “ajustes por conversión”. En simple palabras, se pasa a moneda local, las operaciones de las empresas subsidiarias en el exterior que tienen gran peso en el balance de YPF. Seguido, tenemos un resultado integral positivo por $187.000 millones, ganancia.

No sólo eso, en 2019 el directorio armó un fondo de reservas para garantizarse el pago de dividendos. Es decir, permite despidos pero siguen repartiendo dividendos. Da un poco de bronca no?

A modo de Cierre, remarcar la importancia de abrir los libros contables: en el caso de YPF el acceso a la información contable es pública, porque cotiza en la bolsa porteña. La gran mayoría de las empresas no lo hacen, el acceso a la información es muy difícil.

Es elemental para clase obrera exigir la apertura de los libros contables, para defenderse de los atropellos patronales. Son las multinacionales uno de los sectores que fugan divisas y cuentan con grandes recates del Estado, por eso sostenemos que los recursos están.

El Congreso sesionará pero no será para tratar el impuesto a las grandes fortunas. Siguen los guiños del Gobierno a los millonarios y empresarios. Se trata de afectar las ganancias de los capitalistas, que paguen ellos a través de un impuesto a las grandes fortunas, a las empresas y la banca privada, se podría costear salarios de cuarentena de $30.000, la compra de insumos médicos necesarios y evitar los despidos, suspensiones y rebajas de salario.

Estas son medidas iniciales, para enfrentar la crisis y defender los puestos laborales. Pero si pensamos en una salida más de fondo, que cuestione la producción en función de los obtención de ganancias. Avanzar hacia la nacionalización del sistema energético y los hidrocarburos.

Esta es una discusión más amplia, en la que se cuestiona que los servicios públicos no deben dar ganancia y que podremos seguir en otras columnas.

 

 

Fuente: La izquierda diario