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Productores piden que se actualicen los precios vigentes y que se aumente el porcentaje de mezcla en las naftas. Enviaron un pedido a través de seis gobernadores.

De ser uno de los principales países exportadores de biocombustibles en 2013 a la crisis actual en la que reina la incertidumbre y peligra toda la industria. Así se resumen los últimos casi 7 años que atravesaron los productores de biocombustibles en el país.

En 2007 se reglamentó la ley 26.093 que propuso un régimen de regulación y promoción para la producción y uso de biocombustibles. Ese fue el puntapié para desarrollar la industria y que devino, por ejemplo, en la obligación de mezcla con las naftas y en ventas al exterior años más adelante.

El presente del sector productor de biocombustibles está lejos de ser lo que fue en aquellos años y si bien se ve afectado por las medidas preventivas de Nación por el coronavirus, su debacle fue producto de las reiteradas devaluaciones durante 2018 y 2019 y del decreto 566 que congeló el precio de los combustibles. Un sector liderado principalmente por pymes que no pudo resistir la crisis macroeconómica durante la gestión de Mauricio Macri.

En este marco, es que los productores de biocombustibles le solicitaron los gobernadores de Córdoba, Jujuy, Salta, Tucumán, Santa Fe, y de San Luis –principales productoras- que presionen a la administración nacional con “medidas urgentes” para atender la crisis actual.

En detalle, piden que el precio del producto sea actualizado en $ 35,565 para el elaborado con caña de azúcar y en $ 33,413 para el de maíz. Aseguran que desde la última actualización que hubo en el precio de los combustibles los productores se ven obligados a vender a $ 29,808 el litro lo que no permite cubrir los gastos operativos. Desde que se congelaron los combustibles se dejó de cumplir con su revisión mensual como está establecido.

En números

$ 29,808 es el precio de venta por litro del bioetanol. Según los productores debería ser de $35,565 para el de caña de azúcar y de $33,413 para el de maíz.

El presidente del Centro Azucarero Argentino (CAA), Jorge Feijóo y el director ejecutivo de la Cámara de Bioetanol de Maíz, Patrick Adam, fueron quienes encabezaron la carta enviada a los seis gobernadores.

Esta industria está al borde del colapso y eso significa sacrificar agregado de valor en origen a producciones regionales y poner en riesgo el empleo directo de 65.000 trabajadores en campo y plantas”, dice la carta. Y agrega: “Son necesarias las soluciones paliativas para evitar un mayor daño o daños terminales”.

Otro de los pedios de los productores es que se eleve el porcentaje de corte de bioetanol en la mezcla con las naftas que actualmente está en 12 por ciento a 15 por ciento. El aumento de precio y la mayor demanda son los pilares para revertir la situación de la industria.

En números

15% es el corte de bioetanol en la mezcla con naftas que piden desde el sector. Actualmente la fórmula está compuesta con un 12 por ciento.

Lo cierto es que desde que el sector cayó en la situación que se encuentra hoy, las refinerías comenzaron a producir combustibles más contaminantes porque no se alcanzó a cubrir la demanda mínima de biocombustibles para el corte.

La caída en la venta de combustibles por el aislamiento obligatorio que decretó Nación le asestó otro duro golpe al sector. “Alrededor del 80% todas las plantas que producen bioetanol a base de maíz ya están paradas, y las que lo hacen a base de caña de azúcar están próximas a dificultades insuperables en el inicio de zafra, que debería suceder en 20 días”, describe el documento.

Esta compleja situación que atraviesa el sector no solo significa que las refinadoras producirán combustibles que no cumplirán con las reglas ambientales, sino también que las economías regionales de varias provincias se verán afectadas por la debacle.

 

Fuente: Rio negro