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Son los compromisos que la petrolera debe afrontar en menos de un año y ante un contexto sin acceso al crédito internacional. Este jueves es el primer vencimiento pero julio será el pico de estrés para la caja al expirar un bono por 750 millones de dólares.

La petrolera de mayoría estatal YPF deberá afrontar en los próximos doce meses una deuda por 1880,1 millones de dólares y 22.609 millones de pesos (equivalentes a casi US$ 340,9 millones al tipo de cambio mayorista de $ 66,32 por dólar) por las distintas emisiones de títulos en el mercado local e internacional que realizó a partir de 2013, casi todas para financiar el desarrollo de Vaca Muerta.

En condiciones normales de mercado los vencimientos no deberían significar inconvenientes para la que en su momento supo ser la empresa más grande del país, pero con el Estado Nacional de Argentina al borde del default, la crisis del petróleo en el mundo y la pandemia de covid-19, la obtención de los ingresos para hacer el clásico roll over no está asegurada.

En lo que resta del 2020, YPF deberá pagar 15.042 millones de pesos por nueve títulos, de los cuales el primer vencimiento llegará este jueves 30 de abril por $ 2.250 millones, por un título emitido hace siete años, en 2013.

El momento de mayor estrés para la caja de la petrolera estatal será el martes 7 de julio del corriente año, cuando venzan los 750 millones de dólares de un bono emitido en 2016.

Después, el mayor peligro lo correrá el martes 23 de marzo de 2021 (dentro de once meses), cuando deba pagar 1000 millones de dólares por un título también emitido en 2016.

En números

1.880 millones de las obligaciones negociables están en dólares. El resto de los pagos son 22.609 millones de pesos.

Fuera del plazo de los próximos doce meses, YPF tendrá otros dos vencimientos en 2021, por 5.005,5 millones de pesos y 3,9 millones de dólares.

Una curiosidad es que de estos 17 bonos de deuda de la petrolera estatal que vencen entre 2020 y 2021, todas las emisiones locales se registraron en períodos en los que la Argentina como Estado estuvo fuera de los mercados internacionales de crédito por encontrarse en default o tener un riesgo país tan alto que hizo imposible financiarse a tasas normales (menores al 10% anual en dólares).

La mayoría de los fondos se destinaron a Vaca Muerta.

Asimismo, YPF aprovechó los períodos de gracia para los bonos soberanos para también emitir títulos de deuda privados y acceder a préstamos en dólares en el mundo.

Estos números reflejan la importancia de que el presidente Alberto Fernández y su ministro de Economía, Martín Guzmán, puedan llegar a un acuerdo con los acreedores de la Argentina para no caer en un default.
Pese a que el Estado Nacional está desde principios de 2018 afuera de los mercados internacionales de crédito a tasas razonables (y por eso tuvo que recurrir a un programa de salvataje con el Fondo Monetario Internacional –FMI–), algunas empresas privadas pudieron emitir títulos hasta agosto de 2019, previo a que el dólar saltara de $ 45 a $ 60 y el riesgo país se disparara desde 800 a 2000 puntos básicos con el resultado de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO).

Día clave

7 de julio es la fecha clave, en la que la operadora deberá saldar el mayor bono de este año por 750 millones de dólares.

Aunque es posible que aún con un acuerdo la Argentina no vuelva pronto a tomar préstamos en el extranjero, sí lo podrían hacer sus empresas.
Los costos multimillonarios del desarrollo de Vaca Muerta entre 2013 y 2019, al inicio con el error de los pozos verticales durante la gestión de Miguel Galuccio, impulsaron la deuda de YPF, que ahora no tiene caja para afrontar esos vencimientos y debió reducir inversiones.

Con el derrumbe de las ventas de combustibles –su principal ingreso–, la petrolera estatal tiene una capitalización bursátil de apenas 1.400 millones de dólares. Se avecinan tiempos duros.

 

 

Fuente: Rio negro