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Pese al DNU que prohíbe despidos y suspensiones en todo el país, más de 200 trabajadores de la contratista Alsina fueron presionados a renunciar a sus puestos bajo la amenaza de no cobrar los sueldos de la última quincena.

Los trabajadores se encontraban, hasta el momento, cumpliendo con las medidas de aislamiento preventivo obligatorio dispuestas por el Gobierno nacional, la mayoría sin concurrir a sus lugares de trabajo. La incertidumbre con la que se retiraron el último día que asistieron a la planta se comenzó a materializar hace dos días, cuando de manera individual empezaron a llegar las llamadas en las que se los presionaba a enviar un telegrama de renuncia a la empresa para poder cobrar la quincena vencida, con la promesa que “una vez pasada la medida del asilamiento” los volverían a contratar.

Por ahora, esta maniobra es utilizada por empresas contratistas con personal encuadrado en Uocra, aunque el panorama es oscuro para todos los trabajadores del Complejo: a los trabajadores efectivos los quieren convencer de que la única alternativa es optar entre una rebaja de sueldos. Para los contratados, como siempre, es un poco peor: la única alternativa es ser despedidos. Incluso ya hoy, para los efectivos y algunos contratados que siguen trabajando, escasean los elementos de protección como barbijos y mascarillas, y las distintas gerencias recomiendan que sean los trabajadores mismos quienes se hagan cargo de los elementos de higiene y protección.

YPF argumenta que no tiene plata para dar barbijos a todo el personal, pero sin contar las subas de ganancias a partir de 2015, solo en 2019, ganó el doble que el periodo anterior. En los últimos tres años duplicó su facturación en cada período: de 252 mil millones de pesos en 2017, a 435.820 millones en 2018, llegando a 650 mil millones 2019.
Los trabajadores del Complejo Industrial La Plata tienen entonces todo el derecho a preguntarse ¿dónde fueron a parar los miles de millones que la petrolera (amparándose en beneficios fiscales, subsidios, etc) ganó en los últimos años?

Porque pareciera que bastaron un poco más de treinta días de aislamiento preventivo obligatorio para evitar los contagios por Covid-19, para que “se terminara la plata”, en YPF SA y comience a deshacerse masivamente de trabajadores.
Hoy, 22 de abril, día del trabajador de la construcción, la agrupación Marrón Petrolera exige al sindicato Uocra tomar medidas urgentes ante esta terrible situación y convoca a organizarse bajo la consigna “Nuestra vida vale más que sus ganancias”.

 

 

 

Fuente: La izquierda diario