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El Brent, la cotización internacional tomada como referencia en la Argentina, cayó hoy casi 30%, de US$26 a US$17,64; es decir, más de ocho dólares

Son días inéditos para la industria hidrocarburífera. Pocas veces en la historia la demanda de petróleo cayó tanto en tan poco tiempo. Y mientas que los días pasan y el aislamiento obligatorio se extiende en todas partes del mundo, en los lugares de almacenaje ya no entra una gota más de petróleo.

La incertidumbre que esto genera, sumado a la sobreoferta de crudo, causa que los precios del petróleo estén por el piso. El Brent, la cotización internacional tomada como referencia en la Argentina, cayó hoy casi 30%, de US$26 a US$17,64; es decir, más de ocho dólares. A estos valores será muy difícil que la industria hidrocarburífera en el país vuelva a reactivar, ya que los costos en promedio son mayores a los US$40 .

El petróleo es un commodity; es decir, tiene un valor de referencia uniforme para todos los tipos de crudo, sin importar si fue extraído en Arabia Saudita, Iraq, Rusia, Estados Unidos o la Argentina. Tampoco diferencia si se utilizó la técnica convencional, en la cual se hacen perforaciones verticales, o, si en cambio, se trata de la producción no convencional -como la utilizada en Vaca Muerta-, que tiene un costo mayor.

Esta técnica es muy costosa. Se necesitaron varios años de inversiones en investigación y desarrollo para que la producción no convencional sea económicamente viable: que el precio de venta del barril de petróleo o del gas cubra los costos.

La innovación llegó de la mano de Estados Unidos. Hoy, no solo es el mayor productor no convencional, sino que es el mayor productor de petróleo del mundo, con una producción de 12 millones de barriles por día (previo al coronavirus); una utopía hace solo diez años. Lo siguen Arabia Saudita (porque limita su oferta) y Rusia.

Muchos países intentaron replicar la técnica no convencional, luego de los avances tecnológicos de Estados Unidos. La mayoría sin éxito, como Arabia Saudita, Argelia y China. La Argentina, en cambio, logró hacer funcionar Vaca Muerta con esfuerzo de toda la industria e incentivos fiscales de los gobiernos.

Los costos bajaron de manera exponencial y el futuro de Vaca Muerta ya es posible sin subsidios. Sin embargo, un precio del barril de petróleo por abajo de US$40 rompe con cualquier proyecto de desarrollo. No solo para la Argentina. Con valores en niveles de US$18 también se desacelera la producción en Estados Unidos, ya que se paralizan nuevas perforaciones.

Aquí radica la diferencia con los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Arabia Saudita y la mayoría de los países árabes tienen un breakeven -el valor que permite recuperar la inversión en producción- de entre US$5 y US$10 el barril, alrededor de US$30 menos que los países productores del no convencional o los de producción offshore (costa afuera).

Por eso pueden seguir produciendo petróleo con valores del Brent más bajos que la Argentina y Estados Unidos. Aunque estos países, en general, también tienen una limitación: su “breakeven político” es de entre US$75 y US$80; es decir, el nivel de rentas que necesitan para cubrir los altísimos costos sociales.

En los últimos años, estos países redujeron la necesidad de mantener un precio tan alto con la imposición de mayores impuestos, ya que la mayor producción de petróleo de Estados Unidos implicó que perdieran poder para mantener el valor del crudo alto con reducción de oferta. De hecho, la estrategia de mantener precios altos fue fundamental para permitir que los proyectos no convencionales de Estados Unidos se desarrollaran, porque permitían que, aun siendo costosos, fueran rentables. Al darse cuenta de esto, los miembros de la OPEP aumentaron de nuevo la producción para reducir el precio, pero, para ese entonces, la tecnología estadounidense ya había mejorado la eficiencia y bajado los costos.

Sin embargo, a futuro, luego de esta crisis en la industria, ¿cuánto oferta se recuperará cuando la demanda vuelva a repuntar?

Por: Sofía Diamante
Fuente: La nacion