z.system

El sector da trabajo a unos 50.000 operarios. Las proyecciones de recorte de producción de las terminales impactará en el empleo.

El panorama sombrío que se cierne la economía no da respiros. El sector automotor, con sus plantas paralizadas por el coronavirus, se encuentra en terapia intensiva y, por el momento, no hay respirador disponible para aliviar la situación. El problema no se limita al período de cierre de plantas por el aislamiento obligatorio sino que, además, las perspectivas para la vuelta a la actividad no son alentadoras ya que se estima que se trabajará a un ritmo mucho menor del que se venía haciendo. Si bien toda la industria está golpeada, las empresas autopartistas llevan la peor parte por ser compañías más chicas, en su gran mayoría pymes, sin el respaldo que tienen las grandes automotrices multinacionales.

Por este motivo, en estos días se están llevando negociaciones delicadas entre las empresas, agrupadas en AFAC, y los sindicatos SMATA, UOM y de otras ramas como plástico y textil para evitar la pérdida de al menos 10.000 puestos de trabajo en los próximos meses. El propósito es acordar un esquema de suspensiones rotativas con pago parcial del sueldo de los trabajadores afectados. “Si no vendemos, ni facturamos, no podemos enfrentar el pago de salarios como se venía haciendo hasta antes de esta crisis sanitaria” explicaron.

La industria autopartista produce piezas para las fábricas de vehículos, para la exportación directa y para el mercado de reposición. En la actualidad, ocupa a unos 50.000 trabajadores. De ese total, el 60% están concentrados en la demanda de las terminales. Este es el segmento más afectado debido a que las automotrices están proyectando fuerte recortes de la actividad una vez que se levante la cuarentena. Por ejemplo, Toyota –el principal fabricante nacional – tiene previsto reducir un 50% su producción desde mayo hasta septiembre, tal como adelantó Ámbito.com el viernes pasado. Además, pasaría a trabajar en un turno en lugar de los dos que tenían activos hasta ahora. Esto, obviamente, con el escenario de que se levante antes el cierre de las fábricas por parte del Gobierno. De lo contrario sería peor. El resto de las terminales también trabajarán a menor ritmo. Algunas ya anunciaron que seguirán sin producir hasta junio. Después de ese mes, dependerá de lo que suceda en el mercado –tanto interno como externo – para saber cuál será el ritmo de producción. Nadie imagina que haya una explosión de demanda.

Terminales

Parte de estos 30.000 trabajadores autopartistas que dependen de lo que suceda en las terminales son los que están en riesgo. Si las terminales trabajan a media máquina, los cálculos que se hacen en el sector suponen que los puestos de 15.000 están garantizados. El resto dependerá de cómo evolucione el mercado y el respaldo que tengan las empresas para sostener al personal. Es por eso que estiman que, en esas condiciones, hay un excedente de mano de obra de más de 10.000 trabajadores.

La situación se replica en las terminales automotrices que también tienen una plantilla laboral sobredimensionada. Una buena parte la fueron reduciendo a base de retiros voluntarios durante todo el año pasado. La diferencia es que el costo de la masa salarial en una fábrica de vehículos es de entre 3% y 4% de mientras que para un autopartistas puede superar el 30%. Es por eso que las terminales pueden sostener largos períodos de suspensiones, algo que es imposible para una autopartista. Muchas, por ejemplo, no pueden pagar los salarios de abril.

También las automotrices tienen dificultad para enfrentar sus compromisos salariales y algunas ya están recortando transitoriamente los sueldos de los empleados con una reducción de la jornada laboral o tienen en carpeta otras opciones. En ese contexto, ADEFA –la asociación que agrupa a los fabricantes – había solicitado una reunión “virtual” al ministro de Producción, Matías Kulfas, para plantearle la necesidad de un “salvataje” al sector. El funcionario, agobiado por la cantidad de problemas que debe enfrentar, recién pudo responder la semana pasada a esa solicitud y pidió disculpa por la demora. En los próximos días podrán avanzar en el análisis de medidas de estímulo.

Fuente: Ambito