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Las empresas del sector esperan plantear al ministro de Producción una serie de puntos que otorgue alivio a las terminales asociadas como también a la cadena de producción.

Los reclamos de medidas al Gobierno de distintos sectores se propagan como el virus. Es por la situación crítica que están viviendo la mayor parte de las empresas, paralizadas por la cuarentena, que no pueden producir o vender y deben afrontar los costos fijos como si se encontraran en plena actividad.

Desde hace unos días, los fabricantes de autos esperan que el ministro de Producción, Matías Kulfas, le devuelva la llamada en la que solicitaban una reunión “virtual”, acorde a estos tiempos. La idea de las automotrices agrupadas en ADEFA es plantear una serie de puntos para que se otorgue un alivio a las terminales asociadas como también a la cadena de producción.

Esta solicitud toma más urgencia debido al anuncio de mantener extender la cuarentena hasta el 13 de abril. El dato publicado ayer por Ámbito Financiero sobre la estimación de Toyota de un mercado de sólo 200.000 unidades para este año muestra la gravedad de la crisis. Muchas empresas tendrán dificultades para pagar los sueldos. Si bien en marzo se podría realizar con normalidad, la extensión de la cuarentena pone en duda lo que sucederá en abril.

Medidas

Entre las distintas medidas que se destacan hay tres principales. En lo laboral, solicitarán el no pago de cargas patronales durante cuarentena. También la activación de los REPRO que permite que el Estado se haga cargo del pago de un porcentaje de los salarios. Para lo financiero solicitarán créditos a pymes y grandes empresas a largo plazo para capital de trabajo. En cuanto a lo impositivo, se reclamará la postergación de vencimientos de impuestos nacionales, provinciales y municipales.

En el sector argumentan que la crisis que se avecina tendrá similitudes con la de 2002 pero, a diferencia de aquella que era local y recibieron ayuda de las casas matrices, en esta oportunidad el estallido es global y no contarán con fondos que llegarán del exterior con la misma facilidad. A esto se suma que en los últimos años, en el sector se estaba trabajando con baja rentabilidad o, el algunos casos, a pérdida por lo que no hay “colchón” financiero para enfrentar esta crisis inédita

El jueves pasado se realizó una teleconferencia entre directivos de ADEFA y representantes de las concesionarias agrupadas en ACARA en el que se analizó la situación del sector. Uno de los puntos analizados es el corte de la cadena de pagos con miles de cheques que están siendo rechazados. Los vendedores de autos están negociando con cada terminal para que dé marcha atrás con todos los vehículos facturados a la red que quedaron en stock y no pueden ser vendidos. Después de cierto plazo sin venderlos, las concesionarias deben pagar altos intereses para mantenerlos.

También los autopartistas están reclamando que se permita abrir algunas empresas para poder abastecer al mercado de repuestos para patrulleros, ambulancias, camiones y micros.

Este es un tema clave ya que no está contemplado. También desde algunas concesionarias está proponiendo que se permita la apertura de los talleres ya que todos los vehículos que están circulando, más si la cuarentena es más larga aún, necesitarán tener mantenimientos.

El otro problema que se cierne sobre el sector es la situación de Brasil. Con una política sanitaria menos estricta, es probable que ese país, si se multiplican los contagios, tenga sus plantas paralizadas por bastante tiempo y eso impacte en el abastecimiento de vehículos en la Argentina o de autopartes para producir localmente.

Fuente: Ambito