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Los daños que el virus causa a las finanzas globales pega fuerte en la petrolera estatal que igual mantiene sus planes de negocios para este año

Los nefastos efectos colaterales que el coronavirus está dejando en la economía local también se derraman en los negocios de grandes empresas argentinas y en especial, en YPF. La principal petrolera del país continúa con la drástica caída de su cotización bursátil en los principales mercados del mundo donde su valor ya se encuentra por debajo de los u$s1.000 millones.

En la apertura de la Bolsa de Nueva York, por caso, las acciones de la empresa estatal que a esta hora del día se encuentran en u$s3.26 marcando una nueva caída del 7,12% con respecto al cierre de la jornada anterior. Esto significa que el precio total de YPF en en NYSE se desplomó en u$s2.000 millones en menos de dos semanas si se tiene en cuenta que el 28 de febrero pasado había tocado su mínimo histórico con una capitalización de u$s3.000 millones.

Ese día, la acción de la compañía que preside Guillermo Nielsen cotizaba en torno a los u$s8 por primera vez desde que debutó en el mayor recinto bursátil del mundo a mediados de 1993. Pero en la actualidad, la crisis que sufren sus títulos es todavía más profunda y se relaciona con las consecuencias que el coronavirus está dejando en el negocio de los hidrocarburos, con un barril de crudo que también se desplomó a menos de u$s35 y con otras grandes petroleras internacionales sufriendo castigos similares.

De hecho, el valor bursátil de la compañía argentina se derrumbó en u$s20.000 millones desde los u$s21.000 millones que costaba en el 2005, año en el que tocó su picó máximo histórico. Y a modo de comparación con su actual cotización se puede recordar que en el 2014 el entonces gobierno de Cristina Kirchner le pagó u$s5.000 millones al grupo español Repsol para quedarse con el 51% de la firma europea pero que había sido expropiada en 2012. Esto significa que el Estado pagó en aquel entonces 12 veces más de lo que hoy vale la petrolera.

Pero no se trata de un tema puntual vinculado a malas decisiones del directorio de YPF o de medidas tomadas por el Gobierno que hayan afectado su operatoria. Más bien se trata de un momento crítico para sus acciones que se enmarca en el complejo contexto financiero internacional derivado de la pandemia de este virus que no solamente está generando graves consecuencias a la salud de miles de personas sino que también amenaza con un colapso económico global.

Es más, el caso de YPF no es el único si se tiene en cuenta que el resto de las compañías argentinas que cotizan en Nueva York también perdieron miles de millones de dólares de capitalización en menos de un mes como son también los casos de Tenaris; Transportadora de Gas del Sur (TGS); Edenor; Cresud; Central Puerto; IRSA, entre otras.

En lo que respecta a los negocios de la petrolera estatal, a pesar del contexto financiero negativo se mantienen. Hasta ahora, no ha frenado ninguno de sus planes de negocios, ni ha reducido los niveles de producción de sus pozos, ni siquiera en Vaca Muerta.

Por caso, en esa región acaba de realizar 12 fracturas en un día, lo que constituye un nuevo hito para la operación de la compañía en no convencional y para la cuenca neuquina. Desde YPF explican que ese pozo se encuentra ubicado en el Bloque La Amarga Chica que opera en sociedad con Petronas y que se usaron 3.000 toneladas de arena y 17,5 metros cúbicos de fluido para lograr la fractura.

También se destaca que por primera vez, el tiempo entre etapas de fractura fue de 8 minutos y el de bombeo fue de un promedio de 1.5 horas por etapa de fractura, mientras que en total la operación completa, alcanzó las 19 horas. El récord supera una marca anterior que había tenido YPF en Vaca Muerta con 11 etapas de fractura en 19 horas.

Según explican desde la empresa, las etapas de fractura son un indicador central en los pozos no convencionales, en especial para los tiempos de producción de hidrocarburos, lo que también tiene como consecuencia la obtención de más petróleo y gas.

En la actualidad, YPF es la mayor productora en el segmento de los no convencionales y por eso es la compañía que más fracturas realiza. Según datos de NCS Multistage, lideró el desempeño por compañías al culminar el 2019 con 3.034 fracturas, por sobre las 752 de Tecpetrol, las 538 de Pan American Energy, las 499 de Total y las 433 de She

 

Fuente: Iprofesional