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El arancel extra que pagan las operadoras deja al segmento del gas en una compleja situación. El GNL se hace prácticamente inviable.

Las retenciones a las exportaciones recaen sobre todos los productos del sector que tienen como destino el exterior reducen los márgenes de ganancia de las empresas a puntos que, en algunos casos, dejan el saldo final muy cerca del costo.

Si bien las exportaciones de productos hidrocarburíferos son variadas, es en el mercado del gas natural en donde más efectos perjudiciales genera este plus en las retenciones.

En primer lugar se encuentra el gas natural que fluye a los vecinos países a través de los gasoductos existentes. Este cúmulo de producción que tiene como principal destino Chile, es en gran medida el que permite no sólo evitar el cierre de pozos productores durante los largos meses de bajo consumo en el país, sino que además ha tenido la ventaja de lograr mejores precios que en el mercado doméstico.

Pero es precisamente allí, en el gap del precio que se lograba con las exportaciones, que el incremento de las retenciones viene a complicar los números de las empresas, en especial en aquellos casos en los que los contratos estaban firmados antes del cambio impositivo.

Esta modifición llevó a que en algunos contratos se opte por incorporar a cargo del comprador los impuestos y deducciones, una medida que permite a la productora evitar este incremento, pero que representa una mala señal en la buscada confianza de los compradores al ser quienes deban hacerse cargo del cambio de criterio de Nación.

En números

3 dólares es el valor promedio del GNL en el mundo. La imposición de retenciones complica el desarrollo que hace YPF.

Pero sin dudas el caso en donde el incremento de las retenciones a las exportaciones deriva en prácticamente una supresión de las ganancias, es en el gas natural licuado (GNL).

El desarrollo que YPF montó en Bahía Blanca a principios del año pasado corre con la desventaja de la caída en el precio internacional del GNL que desde su montaje pasó de promediar los 6 a 5 dólares a llegar en estos momentos a comercializarse por debajo de los 3 dólares por millón de BTU.

Si al costo de producción del gas nacional hay que sumarle la licuefacción y el transporte marítimo, para venderlo en la franja de los 3 dólares, el incremento en las retenciones termina haciendo que prácticamente el negocio del GNL sea antieconómico.

 

 

Fuente: Rio negro