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Tiene a su cargo el abastecimiento de gasoil y lubricantes para todos los equipos de no convencional de YPF. Como es el día a día de una mujer que ocupa un puesto clave en una industria donde priman los hombres.

Celeste Díaz no para de hablar por teléfono. “El camión está llegando”, “por favor, apurá esa carga”, “ya hablé con el conductor, está a 20 minutos”. No levanta el tono. Nunca pierde la calma, aún cuando su tarea es una de las más importantes de todo el desarrollo de Vaca Muerta: está a cargo de un complejo mecanismo de relojería para que el combustible llegue en tiempo y forma a los equipos de YPF que perforan y fracturan la roca madre. Son varios camiones al día, que en algunos casos transitan cientos de kilómetros hasta llegar los yacimientos.

“No es fácil, todas las personas que me toca tratar (clientes, transportistas) son todos hombres. A veces entro a comer a un lugar y las únicas mujeres son las camareras”, cuenta, entre llamado y llamado. “Por suerte tengo un gran equipo atrás que me ayuda y confía en mí”, agrega.

Hace 10 años, cuando ingresó a YPF, pensarse en Añelo, en el medio de los pozos, con una tarea vital entre manos, era algo completamente lejano. “Siempre tuve la ilusión de trabajar en esta empresa, en esa torre que veíamos en las fotos”, rememora.

Comenzó su carrera en la estación de Servicio de Las Catalinas, a fines de 2009, tras una selección por un aviso en el diario. Pasó varios años entre las playas de surtidores, las tiendas Full y diversas tareas administrativas.

“Cuando salió la postulación a mi cargo yo había empezado a estudiar logística y en noviembre de 2017 pasé a coordinar el abastecimiento de retail para el área de Patagonia”, enumera Celeste. Pero hace un mes asumió el desafío de la logística del abastecimiento de gasoil y lubricantes para los equipos del upstream, una tarea medular en el desarrollo de Vaca Muerta.

“La verdad que es un gran desafío y me implicó mudarme a Neuquén. Mi trabajo es programar los camiones para abastecer con combustibles los pozos que realiza YPF y atender a los demás clientes que se encuentran en las industrias del petróleo y el gas”, destaca.

Celeste señala que en YPF es visible el trabajo para promover la igualdad de género, en una industria históricamente manejada por hombres. Sin embargo, señala que aún queda un largo camino por recorrer. “Es evidente que no todas las empresas han adoptado esta actitud”, remarca, y pone un ejemplo personal: “Una vez fuimos a ver a un cliente que consultó quién se iba a encargar de la parte de logística. Mi jefe le dijo que esa persona era yo, y el cliente se quedó mirándome. Luego dijo, siempre

dirigiéndose a mi jefe, `igual la comunicación la sigo teniendo con vos ¿no?´”. “Es evidente que para muchos hombres es imposible ver una mujer dirigiendo”, señaló.

Sigue hablando por teléfono. Vaca Muerta no para y el combustible tiene que llegar a los pozos. Celeste reniega con una transportista. Discute sobre la necesidad de llevar gasoil a un equipo fuera del horario estipulado. Del otro lado de la línea, un hombre deberá acatar la orden de una mujer. Una escena que afortunadamente dejó de ser una excepción en el mundo petrolero.

 

Fuente: Rio negro