z.system

La iniciativa, que promueve la movilidad eficiente, económica y ambientalmente sostenible, permitirá conectar un total de siete ciudades del Gran San Miguel de Tucumán a través de 57 kilómetros.

Tucumán está evaluando una ambiciosa propuesta para favorecer la movilidad sustentable en la zona metropolitana: la construcción de un tren elevado que se alimente de electricidad.

Promovido por el intendente de Tafí Viejo, Javier Noguera, el emprendimiento apunta a conectar siete ciudades del Gran San Miguel de Tucumán (Tafí Viejo, Yerba Buena, El Manantial, Banda del Río Salí, Alderetes, Las Talitas y la capital). Lo haría a través de tres líneas ferroviarias (A, B y C), que se cruzarían en puntos estratégicos de trasbordo, a lo largo de unos 57 kilómetros.

Según lo previsto, la línea A saldría de Tafí Viejo, e iría de norte a sur, pasando por el Centro Cívico, hasta el barrio 11 de marzo, en la capital tucumana.

El ramal B, por su parte, vincularía el oeste con el este, al unir Yerba Buena, la capital, Banda del Río Salí y Alderetes, para completar su recorrido en el aeropuerto Benjamín Matienzo.

Finalmente, la línea C partiría desde El Manantial, avanzaría por la avenida Roca hasta Brígido Terán, primero, y hasta la Estación Central de Ómnibus, después, para culminar en Las Talitas.

De acuerdo con el subsecretario de Infraestructura de Tafí Viejo, Pablo Della Torre, cada formación estará compuesta por dos coches apareados que medirán 36 metros y contarán con una capacidad de 400 pasajeros parados y sentados. “Por cada línea podrían estar circulando cuatro formaciones a la vez, con una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora. Esto garantizaría que el trayecto sea recorrido en menos de 30 minutos”, anticipó.  En la actualidad, casi un millón de personas se movilizan diariamente entre Tafí Viejo y el Gran San Miguel de Tucumán. No obstante, la dependencia del servicio de ómnibus es muy alta, y algunas localidades se encuentran poco conectadas con el centro tucumano. El tren eléctrico está pensado, justamente, como una solución eficiente, económica y ecológica para estas dificultades.

Opción viable

A decir del secretario tucumano de Desarrollo Local y Promoción del Trabajo, Federico Carrera, el proyecto tiene la capacidad de transformar el transporte provincial. “Su ejecución requerirá financiamiento internacional, aparte de demandar apoyo de las distintas intendencias, la Gobernación y la Nación. Estimamos que la inversión necesaria se situará entre los u$s 700 millones y los 1.000 millones”, calculó.

Según explicó el funcionario, un sistema ferroviario puede construirse a nivel del suelo, de manera subterránea o en altura. “Una obra de esta clase a nivel del suelo nos generaría complicaciones técnicas, mientras que la opción subterránea podría resultar hasta 10 veces más costosa”, diferenció.

La mejor alternativa, prosiguió, es apostar por un tren en altura. “Montar una estructura y poner la vía es técnicamente sencillo”, aseguró.

Iniciativa jujeña

Tucumán no es la única provincia del Noroeste Argentino (NOA) que busca darle mayor sustentabilidad a su sistema de transporte. En Jujuy, de hecho, se trabaja en la construcción de un tren solar que llegará hasta Machu Picchu.

Por cada línea ferroviaria podrían estar circulando cuatro formaciones a la vez, con una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora, lo cual garantizaría que el trayecto previsto sea recorrido en menos de 30 minutos.

Denominado Tren de la Quebrada, este medio de transporte turístico y ecológico partirá inicialmente desde la localidad de Volcán, situada a 45 kilómetros de San Salvador de Jujuy, hasta Purmamarca y Maimará. En el corto plazo, en tanto, ese recorrido inicial de 20 kilómetros se extenderá hasta Humahuaca y La Quiaca, cerca de la frontera con Bolivia.

Pero eso no es todo, porque tiempo después se conectará con Uyuni y el lago Titicaca, en suelo boliviano, y con el tren que va desde Cuzco hasta el monumental Machu Picchu, en Perú. La idea es seguir la traza del ferrocarril Belgrano Cargas, desactivado hace 25 años, sobre el Camino del Inca, que fue la primera ruta comercial de Sudamérica.

 

Fuente: Revista petroquimica