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Un nuevo análisis en profundidad del Model 3 realizado por ingenieros encargados por la publicación Nikkei Asian Review han determinado que Tesla está seis años por delante en términos tecnológicos de Volkswagen y Toyota.

Un nuevo análisis profundo del Model 3 hecho por Nikkei Asian Review, una de las publicaciones japonesas más prestigiosas del país ha determinado que Tesla está seis años por delante de Volkswagen y Toyota en términos de electrónica.

Los encargados de hacer el despiece del coche y posterior análisis explicaron que “Lo que sorprende es la integración de la unidad central de control, lo que todos conocen como FSD computer o Hardware 3.0. Esta pequeña pieza tecnológica es el mayor arma de Tesla en el mercado de vehículos eléctricos. De hecho podría terminar con la cadena de suministro de la industria automotriz tal y como la conocemos en la actualidad”.

Uno de los ingenieros involucrados en el análisis, trabajando para una de las mayores marcas de coches de la industria dijo “no podemos hacer nada similar”.

Tesla Hardware 3.0

El despiece del Hardware 3.0 de Nikkei Asian Review

Según explica el reportaje, la competencia será incapaz de hacer un componente similar al del Hardware 3.0 hasta 2025. Al igual que ocurrió con la industria de los smartphones después de la salida del iPhone, no se trata de que grandes competidores estén desinteresados en innovar, sino que han construido un mercado sostenido por legado tan grande que resulta prácticamente imposible hacer un cambio de un día para otro.

Componentes como el de Tesla harían que algunas partes de la cadena de suministro de la industria del automóvil dejen de tener sentido, lo cual significaría en miles de millones de dólares invertidos y economía derivada creada que dejaría de existir. “Este tipo de sistemas reducirá drásticamente el número de componentes electrónicos usados en coches, para los proveedores que dependen 100% en fabricar y entregar estas partes, es una cuestión de vida o muerte”.

Mantener la fabricación de coches “de antes” para no quemar toda la inversión previa o romper contratos a largo plazo ya firmados, pero al mismo tiempo montar líneas de producción totalmente nuevas, puede generar un impacto económico tan alto que muchas marcas prefieren no hacerlo.

Empresas como Nokia o Blackberry pasaron por un dilema similar, aunque a menor escala de costos, pero también de ingresos. Aún manteniendo altas ganancias no calcularon lo rápido que cambió el mercado y el interés de los consumidores, quedando entre la espada y la pared tres o cuatro años más tarde.

Lo que tienes que hacer apenas recibas el Tesla Model 3

 

Fuente: Hipertextual