z.system

Empresarios de la comercialización transmitieron sus dificultades al Gobierno. Para sobrevivir, estaciones deben vender más del doble que hace una década

l año no empezó de la mejor forma para las estaciones de servicio. Tras completar un mes de enero que, de acuerdo a fuentes del segmento, concluyó con una caída en las ventas superior al 5 por ciento respecto de igual período pero del año pasado, los empresarios transitan el primer trimestre a la espera de gestos oficiales y también de las petroleras que les acerquen algo de oxígeno financiero.

Mientras tanto, representantes del sector reconocen que la ausencia de incrementos en el precio en el surtidor pega de lleno en una actividad que navega entre la merma en la comercialización y el ascenso permanente de los costos. A partir de esa realidad, los estacioneros intensificaron el diálogo con el Gobierno con el fin de solicitar facilidades y cambios en la estructura de ventas para de alguna forma recuperar rentabilidad.

En esa dirección, y según detallaron a iProfesional fuentes de CECHA –la confederación que integra a los empresarios del expendio de todo el país–, voceros del sector se reunieron esta semana con Juan José Carbajales, subsecretario de Hidrocarburos, con una lista de pedidos que las estaciones de servicio consideran clave para garantizar la continuidad.

En el encuentro, los actores de la comercialización blanquearon la necesidad de una mejora en las comisiones que perciben de las petroleras, solicitaron que se acoten los tiempos en que reciben la retribución de las tarjetas de crédito y pidieron acceso a créditos para todo el sector.

En diálogo con este medio, Guillermo Lego, gerente de CECHA, explicó que del precio de venta del litro de nafta, las estaciones de servicio perciben un margen bruto del 10 por ciento, que luego se achica a un 5 por ciento a partir de los pagos de sueldos y otras acciones que llevan a cabo los puntos de expendio.

Para los empresarios del expendio, una mejora del 1 por ciento en ese margen les permitiría enfrentar de otra forma la menor venta.

“Es una posibilidad que contribuiría mucho para mejorar el mal momento que sufren sobre todo las estaciones de servicio que venden menos. Serviría que las petroleras nos garanticen un margen bruto de por lo menos el 11 por ciento. Por supuesto que también hacen falta otras cuestiones que expusimos”, dijo.

Lego también expuso como complicación la demora de las tarjetas a la hora de rendir las operaciones que se cubren con plástico.

“Siguen pagando por lo menos 20 días después de concretada la operación. Es un dolor de cabeza que no cambia. Transmitimos que esa demora nos complica enormemente porque la inflación no se detiene. Y los costos siempre se han mantenido en alza más allá de la predisposición del Gobierno por escucharnos”, comentó.

En paralelo, los empresarios de la comercialización se mantienen expectantes respecto de qué ocurrirá con el precio de las naftas a partir del 1° de marzo, momento en que debería generarse un incremento en los surtidores a partir de la actualización de impuestos sobre el combustible.

“Todo depende de lo que decida hacer YPF. Hoy por hoy, y ante la ausencia de un decreto que fije el congelamiento, el valor no aumenta por decisión de la petrolera a partir de un pedido del Presidente. Hay que ver si se dan cambios en marzo ya que ahí debería agregársele al precio del litro la carga impositiva que se aplazó en este tiempo”, indicó a iProfesional Gabriel Bornoroni, titular de CECHA.

Necesidad de vender más

El ejecutivo sostuvo que, si bien la baja del petróleo internacional descomprimió en cierta medida los costos de las petroleras para generar el combustible, para los estacioneros ese movimiento no modificó el escenario ya que los desembolsos por variables como las paritarias se acentuaron en los últimos meses.

“Estamos con incrementos salariales por encima de la inflación. En los últimos cinco años superamos el indicador de aumento de precios general, o sea por encima de la media nacional”, reconoció Lego, gerente de la misma entidad.

“La menor venta dificulta cualquier plan que se pueda tener. Hoy no hay un solo estacionero que pueda decir que le está yendo mejor o directamente bien”, acotó el directivo.

Por otro lado, desde CECHA reafirmaron que, para sobrevivir en el contexto actual, las estaciones de servicio deben vender más del doble de lo que comercializaban hace poco más de una década.

“Sólo con ese volumen se puede sostener el punto de equilibrio. Pero lo preocupante es que en enero se vendió menos que en el primer mes de 2019, que ya fue bajo. Esperamos que haya una mejora en febrero, aunque por ahora se estaría empatando el número del año pasado, que también fue malo”, anticipó Bornoroni.

Lo dicho por el titular de CECHA coincide con lo expuesto recientemente por Alberto Boz, presidente de la Federación Argentina de Expendedores de Nafta del Interior (FAENI), quien declaró que “todas las estructuras de costos han pasado por encima de la rentabilidad de las estaciones de servicio”. Para luego añadir: “Por ejemplo, hace diez años, para lograr un punto de equilibrio, una estación de servicio debía vender 140.000 litros de combustible por mes. Hoy, en cambio, necesita vender 320.000 litros”.

“El 60 por ciento del precio al surtidor corresponde a impuestos. Los márgenes de ganancia se han ido limando. Cada vez tenemos menos porcentaje sobre el precio de venta. Y además, nuestros costos se han dolarizado. Se vende menos por el parate económico que sufre el país. Llevamos siete meses consecutivos que estamos vendiendo menos en la comparación interanual”, aseguró Boz.

Advertencia de cara a marzo

Conocido que al menos hasta el próximo marzo que no habrá cambios en el impuesto a los combustibles líquidos por disposición del Gobierno –lo cual hubiese generado un aumento en los precios finales-, los empresarios del expendio no dejan de alertar sobre la endeble situación financiera que atraviesa la actividad.

Y anticiparon complicaciones graves para la cadena de comercialización si el freno al incremento de precios se extiende más allá del tercer mes del año.

En concreto, diversas organizaciones integradas por expendedores aseguraron a iProfesional que si no hay cambios en los valores a partir de marzo, prácticamente la mitad de las estaciones de servicio quedará al borde del quebranto.

“La sumatoria de factores complica a todas las estaciones, hay que pensar que venimos de meses de congelamiento en 2018. Y ahora tenemos esta medida vigente que está muy bien para los usuarios, pero se hace pesada para el sector porque se combina con otras variables que afectan los números económicos”, afirmó Lego.

El directivo expuso que los puntos de venta que enfrentarán más complicaciones financieras corresponden a los que hoy venden como máximo unos 250.000 litros mensuales. Se trata de alrededor de 2.200 sitios de expendio, casi el 50 por ciento de las estaciones de servicio que hoy operan en la Argentina.

“Si el congelamiento va más allá de marzo, estos puntos de venta van a entrar en fase crítica. La situación de la cadena en general se volverá dramática por la suba de costos y el precio siempre quieto”, agregó Lego, quien advirtió que la sumatoria de factores en contra podría derivar en cierres sucesivos en el corto plazo.

 

 

Fuente: Iprofesional