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Está claro que estamos en crisis en relación a la contaminación y el cambio climático. La actualidad mundial ha provocado la firma de la Agenda de 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el inicio de la cuenta atrás para su consecución. Entre estos objetivos encontramos la búsqueda de una energía asequible y no contaminante, como es la energía renovable.

Pese al gran desarrollo que hay en ciertas zonas del planeta, lo cierto es que mucha gente no tiene acceso a electricidad, por lo que se busca garantizar el acceso a una energía asequible y no contaminante.

¿Qué es la energía renovable?

La energía renovable es aquella que se obtiene de fuentes naturales, las cuales se reponen de forma natural en una escala de tiempo humana, convirtiéndolas en energías renovables para nosotros. Estas fuentes naturales son, además, inagotables, en teoría, por la ingente cantidad de energía que contienen o por su regeneración natural.

Tipos de energía renovable

Mucha gente, por desconocimiento lógico, confunde energía renovable con energía verde o limpia, sin embargo, no todas las energías renovables son limpias, por lo que se dividen en dos grandes grupos:

  • No contaminante: Es aquella respetuosa con el medio ambiente, puesto que no emiten dióxido de carbono ni gases de efecto invernadero, ni durante su producción, ni durante su uso. Sería el equivalente a la energía limpia. Entre las energías renovables no contaminantes encontramos la energía azul, la hidráulica, la solar, la eólica, la geotérmica o la maremotriz.
  • Contaminante: Este tipo de energía sí contamina, emitiendo gases de efecto invernadero. Uno de los tipos más importantes de las contaminantes es la biomasa.

Tipos de energía renovable no contaminante

Este es el tipo de energía que se está luchando por implantar para uso doméstico, puesto que es respetuosa con el entorno. Pero no sólo se está luchando por la implantación de sistemas de energía renovable en la vivienda, sino que las propias distribuidoras y comercializadoras eléctricas están dando un paso al frente consumiendo sólo energía renovable.

  • Energía azul: También es llamada potencia osmótica y es aquella obtenida por la diferencia de concentración salina entre un mar y un río. El resultado final, además de energía, es agua salada. La ósmosis por presión retardada utiliza tecnologías basadas en el contacto entre los dos fluidos mediante una membrana la cual permite el paso del agua, pero no de la sal, provocando el diferencial de presión, aprovechado por una turbina para crear energía.
  • Energía hidráulica: Es la que se puede obtener de los saltos de agua, es decir, de la caída vertical del agua debido a una gran diferencia de altura. Una central hidroeléctrica usa estos saltos de agua para que se muevan una serie de turbinas, generando electricidad.
  • Energía solar térmica: En este tipo de energía se transformar el calor del sol y utilizarlo en forma de energía térmica a nivel de vivienda o industria, para climatización o agua caliente sanitaria.
  • Energía solar lumínica: La energía del sol se puede usar en forma de calor o bien en forma de luz. Este es el caso de una placa solar, que utiliza la energía lumínica del sol y la convierte en electricidad.
  • Energía eólica: Es la que se extrae del viento, es decir, de la energía cinética del aire. Esta energía se extrae gracias a hélices que se conectan a un generador.
  • Energía geotérmica: Aquí usamos el calor interno que tiene nuestro planeta (que puede alcanzar los 5000 grados). En los sistemas de geotermia, una bomba de calor aprovecha este calor y los transforma en energía para climatización y agua caliente sanitaria.
  • Energía mareomotriz: Es aquella que obtenemos aprovechando el movimiento de las mareas.

 

Fuente: Ambientum