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Aunque no es oficial, se las estima en US$ 2.200 millones. Esa fue la cifra de los últimos accionistas privados, en 2011.

Pasó casi una década: hubo una expropiación y dos cambios de Gobierno. Sin embargo, YPF ​se encamina a tener niveles de inversión durante este año similares a los de 2011, el último año de la gestión de Repsol y la familia Eskenazi (grupo Petersen).

Aunque todavía no fue presentado oficialmente, la petrolera de mayoría estatal planea un desembolso de capital en un rango que va entre los US$ 2.200 millones y US$ 2.300 millones para exploración, producción, equipos de perforación, nuevos pozos y desarrollos.

En 2011, el punto de inflexión para la administración de la ex presidenta Cristina Kirchner que decidió su expropiación, la inversión de la compañía fue de US$ 2.197 millones.

El presupuesto 2020 de YPF todavía no fue comunicado a inversores ni en ámbitos públicos. Eso sucederá cuando se presenten los resultados de 2019, lo que está previsto para fines de febrero o principios de marzo.

Guillermo Nielsen -titular de YPF- le manifestó al gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, que la compañía invertirá US$ 1.000 millones menos en 2020 que en 2019. Según la última presentación realizada por Daniel González (CEO de YPF), la compañía realizó inversiones por US$ 3.200 millones en 2019. Si en 2020 hay que restarle US$ 1.000 millones, los compromisos de caja propia de este año serán de US$ 2.200 millones.

YPF invirtió US$ 4.300 millones en 2016. Este año estaría en algo cercano a la mitad. En 2017, esos desembolsos fueron de US$ 3.500 millones y en 2018, de US$ 3.300 millones. Para 2019 estaban previstos US$ 3.400 millones, pero el congelamiento del precio del petróleo crudo (que duró tres meses) frenó los planes originales. El año habrá terminado en US$ 3.200 millones, según explicó Daniel González en una conferencia con inversores.

YPF tiene previsto un capex (inversión en capital) que será US$ 1.000 millones menor al de 2019.  Según la última presentación ante inversores, la compañía tiene una deuda que equivale a dos veces sus ganancias anuales. La semana pasada, YPF consiguió colocar Obligaciones Negociables (ON) por US$ 164 millones. Pagará una tasa de interés Badlar más 5% a 6% en pesos y un 5% en una emisión “dollar link”.

Nielsen, presidente de YPF, estuvo en el foro de Davos, donde participan los empresarios más importantes del mundo. Allí le preguntaron sobre el proyecto para incentivar inversiones petroleras que presentará el Poder Ejecutivo al Congreso en sesiones extraordinarias.

Nielsen es uno de los ideólogos de esa iniciativa, en la que también tuvo injerencia Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo. Con esa ley, el ex secretario de Finanzas confía en atraer nuevos capitales, que aporten caja para mayor cantidad de perforaciones. Siempre en privado, el ex funcionario y actual petrolero confía en que convencerá a media docena de grandes compañías internacionales para que vengan a Vaca Muerta de la mano de YPF o por su cuenta.

“Riesgo país mata ley sobre inversiones”, sostienen otros empresarios petroleros sobre la futura situación energética. “La reestructuración de deuda tiene que lograr que baje el riesgo pais. A 2.000 puntos, no hay posibilidad que haya mucha inversión” es el pensamiento de más de un ejecutivo del sector.

Aunque el Gobierno está buscando una fórmula para que aumenten los combustibles y eso no arrastre al resto de la economía, en el sector dicen que están atravesando pérdidas debido a que no pueden actualizar sus precios al ritmo del dólar. El petróleo se comercializa en dólares.

De todas formas, la idea de Nielsen y del Gobierno es que la ley establezca pilares para inversiones futuras. Saben que el despegue no será inmediato.

La compañía atraviesa cierto reacomodamiento interno. El presidente desembarcó con algunos colaboradores. Pero la línea “tradicional” la conforman media docena de gerentes ‘clave’ que aún no descifran cómo será el proceso de toma de decisiones en esta gestión.

Miguel Angel Gutiérrez​, presidente de YPF, renunció a esa posición tras el cambio de signo político en el Poder Ejecutivo nacional. Nielsen le pidió que siga en el directorio hasta la próxima asamblea anual de accionistas, que será en abril. Allí es probable que ingresen nuevos nombres como representantes del Estado nacional y las provincias, que en conjunto poseen un 51% de las acciones.

 

Fuente: Clarin