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El presidente de la petrolera, Guillermo Nielsen, destacó la iniciativa en el Foro Económico Mundial de Davos. Cosechó el apoyo del ministro de Economía brasileño. Hace 20 años la extensión de Uruguayana estuvo a punto de concretarse.

A mediados del 2001, en la época en la que el gas de Loma La Lata cambiaba la matriz energética de Argentina, la empresa Transportadora Gas del Norte (TGN) firmó un convenio con Trasportadora Sul Brasileira (TSB) para construir un gran gasoducto que lleve el fluido de la Cuenca Neuquina a las centrales térmicas de Porto Alegre.

Pero la iniciativa, que estuvo valuada en 200 millones de dólares, se vio truncada ante la crisis nacional -con default de por medio- de ese mismo año. Para el 2002, la propuesta había sido cancelada, en la víspera de lo que sería luego el declino de la producción nacional que llevó un lustro más tarde al cierre total de las exportaciones.

Este martes, casi veinte años después, la propuesta de crear un gran gasoducto para llevar el gas de Neuquén al sur brasileño volvió a escena internacional. La iniciativa fue reflotada por el flamante presidente de YPF, Guillermo Nielsen, en la presentación que realizó en el Foro Económico Mundial de Davos.

En su exposición, Nielsen destacó que “un gasoducto para conectar la red de gasoductos argentinos con el sur de Brasil, podría ser un mercado muy interesante para nosotros y que ayudaría a Argentina a hacer frente a una deuda que es la más grande de los últimos 30 años”. Y agregó que “hay que poder crecer para pagar la deuda y esto supone un desafío para Argentina”.

La propuesta de Nielsen cosechó rápidamente pronunciamientos de apoyo. En el mismo encuentro, el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, le confirmó al presidente YPF que “vamos a intentar conectarnos con Vaca Muerta”.

El dato

7,5 millones de metros cúbicos de gas natural por día se exportaron en esta semana hacia Chile.

Desde donde partiría la otra punta del gasoducto, el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, destacó que “este gasoducto que nos falta es el cuello de botella que tiene hoy el gas de Vaca Muerta en cuanto a infraestructura y mercado. Se trata de una obra estructural y estratégica para el país y para Vaca Muerta”.

Gutiérrez remarcó que “tenemos que seguir trabajando de manera conjunta entre los sectores públicos y privados, para hacer realidad este gasoducto que conectará el shale gas de Vaca Muerta con Sudamérica”.

La idea de reflotar la conexión entre Uruguayana y Porto Alegre, o alguna similar, no es nueva, ni exclusiva de YPF. Desde la reanudación de las exportaciones, en septiembre del 2018, varias operadoras volvieron a mirar al proyecto que tiene la ventaja de ya estar diseñado.

La alternativa permitiría generar una salida para el gas no sólo de Vaca Muerta sino de todas las cuencas productoras del país que actualmente se ve restringido, con cortes de producción, por la falta de mercado donde colocar su producción durante los meses templados en los que cae el consumo nacional.

Esta semana, las exportaciones de gas nacional sumaron un promedio de 7,5 millones de metros cúbicos por día. Este valor permite reducir los cierres forzosos de algunos pozos, pero no termina de mover la aguja para que se incremente la producción.

La construcción de una nueva línea al sur brasileño permitiría elevar la demanda a más del doble del nivel actual de exportaciones y apalancar un aumento de la producción, aunque como sucede con Chile, se deberá sortear el gran escollo de la confianza de los vecinos países en torno a que Argentina no volverá a cortar repentinamente las exportaciones como sucedió en 2006.

 

Fuente: Rio negro