z.system

La producción está parada y la cámara empresaria percibe desinterés de ambas gestiones. Más preocupación que expectativas.

El sector de los biocombustibles en Santa Fe ve con mucha preocupación el futuro de la industria. “Percibimos que el gobierno provincial no tiene el tema entre sus prioridades y consideramos que es un grave error”, sostienen. El presidente de la Cámara Santafesina de Energías Renovables (Casfer), Juan Facciano, fue incluso más lejos: planteó que percibe un retroceso en materia de políticas energéticas, tanto a nivel provincial como nacional, y sostuvo que Santa Fe tendría que defender los avances que consiguió en la elaboración y consumo de combustibles renovables. “El gobierno provincial debería comprometerse mucho más seriamente con este tema”, disparó.

La inquietud del sector tiene motivos concretos. Todas las plantas de producción radicadas en la provincia están paralizadas y no parece que en lo inmediato puedan retomar su actividad. La consecuencia es doble: por un lado la producción está parada y hay una enorme capacidad ociosa, y por otro hay mucha gente en la cadena de valor que se ve afectada por la inactividad laboral.

Facciano tiene una visión más global del tema: sostiene que ni el gobierno nacional de Alberto Fernández ni el provincial de Omar Perotti le asignan importancia al tema. “La gestión anterior en Santa Fe (de Miguel Lifschitz) le había dado un gran impulso a la producción de biodiesel, sobre todo en los últimos dos años”, aseguró. Como resultado de esa política, dijo, la provincia se posicionó como la principal productora del país e incluso empezó a trascender más allá de las fronteras. “Pero hoy todo eso está parado y no hay señales de que esa situación vaya a cambiar en el corto plazo”, dijo.

“La pregunta es por qué. Es algo que realmente no se entiende”, reflexionó.

—¿Cuál cree que va a ser la política del gobierno de Perotti en cuando a los biocombustibles en particular y a la producción de energía en general?

— No lo sé, nadie lo sabe porque hasta ahora el gobierno provincial no lo expresó. Por lo pronto tenemos un dato que puede ser revelador: no designaron a un secretario de Energía y ya dijeron que habrá un funcionario para el sector dentro de la estructura del Ministerio de la Producción. Nosotros creemos que es un error.

El presidente de Casfer contrasta este dato con el fuerte impulso que le dio al tema quien fue secretaria de Energía de la gestión Lifschitz, Verónica Geese. “Nos dio un gran apoyo y nos permitió ser la provincia más productora del país”, contó.

De hecho, Santa Fe tiene capacidad para producir 3,6 millones de toneladas de biocombustibles por año. Sin embargo, ese enorme potencial hoy está desperdiciado, según Facciano por decisión del gobierno federal y por el nulo interés del provincial.

Recelo con las petroleras

En el sector hay consenso en señalar el interés de las grandes empresas petroleras como el principal obstáculo para que la industria siga creciendo. Sus referentes no desconocen la capacidad de lobby de esas compañías y no descartan que hayan operado frente al nuevo gobierno nacional para llegar al parate actual en la producción de combustibles no fósiles. Pero la bronca se centra en la gestión provincial: “¿Por qué no defiende lo que supimos conseguir?”, se preguntan. “No se trata sólo de biodiesel. Se trata de pensar, poner en marcha y mantener una política de energía para la provincia y el país”, dijo Facciano.

Según la visión de la cámara, Santa Fe incluso podría ser una isla dentro del país. “Aquí consumimos el 10 por ciento de la energía del país, tenemos la mayor industria de maquinaria agrícola, los grandes puertos cerealeros, desde la provincia salen el 70 por ciento de las exportaciones nacionales, somos los primeros consumidores de gas. En una provincia así debería haber una política energética muy marcada”, afirmó. Y volvió a remarcar que hoy sucede todo lo contrario.

En territorio santafesino hay 8.000 familias directamente ligadas a la cadena de valor del biodiesel, y además hay 600 subcadenas que ocupan a más gente. Pero mientras nosotros no producimos y la gente no trabaja, el gasoil se hace fuerte”, se quejó Facciano.

En el sector no ponen el acento únicamente en las ventajas ambientales del biodiesel y en la dinamización de la economía regional que implica, sino también en lo económico. Es que los biocombustibles no solo son más baratos sino también más eficientes y lo demuestran experiencias que se están realizando en otros países. En Brasil, por ejemplo, el Consejo Nacional de Política Energética avanza aceleradamente hacia la llegada al parque automotor de un combustible limpio denominado B12. E Indonesia está a punto de iniciar pruebas para un programa de biodiesel con 40 por ciento de contenido biológico. La búsqueda es siempre la misma: encontrar alternativas a los derivados del petróleo, ahorrar energía y contribuir al cuidado del medioambiente. Y economizar, claro.

El transporte rosarino

En Rosario incluso se verifica una experiencia reveladora en muchos sentidos ya que el servicio del transporte público —nada menos— funciona con biodiesel hace desde hace un par de años. Esto trae beneficios ambientales, porque los combustibles renovables son mucho menos contaminantes, y además mejora la salud pública, porque se respira mejor aire. Y además el precio es menor al del gasoil.

“Por eso no se entiende cuando en la discusión por el precio del boleto atan los aumentos a la suba del gasoil”, piensan en voz alta en el sector. De hecho, una de las empresas que le vendió ese combustible a las prestatarios del servicio de colectivos lo hizo con el precio congelado al mes de febrero de 2019. ¿Por qué entonces se inscribe el aumento del gasoil como factor disparador del incremento de la tarifa del transporte?

A nivel nacional (donde hay más de 50 plantas situadas en 10 provincia que producen biodiesel, todas ellas pymes) había los últimos días de diciembre una fuerte expectativa por conocer los planes de Alberto Fernández para el sector, pero poco a poco esa ansiedad se fue transformando en desazón. “En Santa Fe nos pasa algo parecido, cuando tenemos un potencial enorme para producir este tipo de energía. Sin embargo, no parece ser un tema que interese mucho al gobierno provincial, al menos hasta ahora”, cerró Facciano.

Fuente: La capital