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El presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou, anticipó que planea flexibilizar regulaciones para atraer a empresarios argentinos con la intención que lleven su dinero al país vecino y que, incluso, se muden. ¿Resulta atractivo el mercado para los expendedores?

“Uruguay por distintas razones tiene la posibilidad de convertirse en un lugar de llegada, no solo de vecinos del Mercosur, sino del mundo. Y nosotros ahí tenemos algunas cosas para hacer”, sostuvo el presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Pou.
En declaraciones a la prensa durante un evento en un hotel de Punta del Este, el sucesor de Tabaré Vázquez anunció que pretende impulsar flexibilizaciones en la residencia legal de los inmigrantes, y también en el aspecto fiscal, para que puedan llevar sus capitales a tierras uruguayas.
¿Qué posibilidades ofrece Uruguay a los estacioneros de nuestro país? Antes de interiorizarse en las condiciones regulatorias, resulta útil conocer un poco como funciona el mercado expendedor y cual es la utilidad que brinda la explotación comercial de una Estación de Servicio.
Pocas pero buenas
Uruguay cuenta con 473 bocas de expendio divididas en tres “sellos” o banderas: ANCAP (DUCSA), AXION energy y Petrobras (actualmente en proceso de venta). En promedio cada una comercializa mensualmente 300.000 litros de combustibles y la rentabilidad neta que surge de esa venta fluctúa entre el 5 y 8 por ciento.
El litro de nafta súper cuesta 55 pesos uruguayos, unos 86 pesos argentinos y el de gasoil 40,40, que representan 66 de nuestra moneda. El salario de un “pistero” o lo que en Argentina se conoce como “vendedor de playa”, es de aproximadamente 25.000 pesos uruguayos. Por su parte, los gastos operativos son muy similares a los de acá. Existen tasas de saneamiento, impuestos y todas las cuestiones legales para brindar el servicio.
Un detalle muy importante a tener en cuenta es que el mercado de los combustibles uruguayo está regulado por el Estado. Es decir que no se puede instalar una Estación de Servicio en cualquier lugar ya que los nuevos emprendimientos están reglamentados por el Poder Ejecutivo, quien llama a licitación de acuerdo a las necesidades de las compañías.
Fuentes de ese país aseguran que actualmente el parque expendedor está saturado por lo que la única posibilidad por el momento es comprar una Estación de Servicio en funcionamiento. El precio de una de pequeñas dimensiones ronda los USD 500.000, en tanto que una grande puede llegar a alcanzar los USD 2.000.0000. En todos los casos el futuro operador tiene que tener la aprobación de la compañía.
Finalmente, y respecto a la compra de combustible, hay un solo proveedor que es quien lo refina y distribuye a las tres banderas, que es ANCAP. El pago es de contado y el precio en el surtidor está regulado por el gobierno. (…)

Fuente: Petrolnews