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MEGSA realizó hoy una licitación para contratar el gas que consumirán las usinas térmicas en enero. Se registraron precios inferiores a un 1 US$/MMBTU. YPF convalidó esos valores con ofertas en esa misma banda.

Cammesa, la empresa encargada del despacho del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), licitó hoy la compra de gas para las centrales eléctricas para el mes de enero. Lo hizo por medio de una subasta organizada por Megsa, la empresa que administra el mercado electrónico del gas. Por una cuestión de estacionalidad se esperaba que el fluido se ofreciera a precios bajos. Aunque tal vez, no tanto.

Se trató de una subasta ininterrumpible: los oferentes pueden ofrecer volúmenes y precios de gas, pero su propuesta no es vinculante. Pueden declinar sin costo alguno de cumplir con lo ofertado. Participaron productores de gas —con YPF, PAE, Tecpetrol, Total, Wintershall Dea y Pluspetrol a la cabeza— y empresas comercializadoras que operan como intermediarias con los grandes usuarios.

En total, hubo 90 ofertas a un precio inferior a los US$ 1,50 por millón de BTU. De hechos, las tres primeras fueron concretadas por una comercializadora (no trascendió su nombre) por 3 millones de metros cúbicos (MMm3) a U$S 0,92 por MMBTU. Hacía tiempo que no se ofrecía gas por debajo de un dólar.

No necesariamente es una buena noticia, porque es un precio que no cubre el costo de reposición de gas (ni de campos en Vaca Muerta o de tight ni tampoco de convencionales).

Lo llamativo es que, inmediatamente después de esas ofertas, se ubicaron dos propuestas de YPF, que accedió a vender 7 MMm3 a 1,013 dólares, según confirmaron a EconoJournal fuentes con acceso a la licitación. La petrolera controlada por el Estado convalidó, de esa manera, la depreciación del mercado de gas. Los precios promedio para las centrales termoeléctricas del área metropolitana se ubicaron entre los 1,2779 y 1,3621 dólares por MMBTU.

  • ¿Por qué YPF vende tan barato el gas?

Está claro que el monto que recibirá por esas ventas no repaga la inversión en nuevos pozos. ¿Por qué, entonces, mal vende un recurso no renovable y, para peor, termina validando una caída general de los precios en el negocio gasífero? El área de Gas de la petrolera, que encabeza Marcos Browne, considera que peor que vender barato es no poder colocar su producción en el mercado y verse obligada a cerrar pozos, que es lo que viene pasando en los últimos 18 meses.

Pero el argumento de la petrolera generará efectos colaterales contraproducentes para la industria.

¿Cómo justificarán las petroleras frente al nuevo gobierno la necesidad de contar con un precio cercano los US$ 3,50 (un valor que permitiría repagar la inversión en nuevos proyectos que incrementen la producción de gas del país) cuando YPF, el mayor jugador del mercado, convalida precios apenas por encima de un dólar?

¿Por qué el Estado debería creerle a las compañías privadas cuando su propia empresa vende (presuntamente a pérdida) gas al negocio de generación?

Es cierto, la subasta realizada hoy por MEGSA es sólo por el mes de enero (cuando suelen registrarse precios bajos y más en una economía en recesión como esta), pero no deja de marcar una pauta de lo que podría pasar en 2020. Ante la consulta de este medio, desde YPF no realizaron comentarios al respecto.

 

Fuente: Econojournal