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La colocación también incluyó dos series de papeles en pesos. Así completó el equivalente a u$s67 millones. No tomó más fondos por el nivel de tasas.

YPF concretó ayer la última emisión de deuda previa al cambio de gobierno nacional. Tal vez sea también la última operación comandada por Miguel Gutiérrez, presidente del directorio de la petrolera estatal. Lo mismo podría ocurrir con Daniel González, CEO de la compañía.

El resultado de la colocación no fue para brindar con champaña. Quedó por debajo de los u$s75 millones que se buscaban en esta etapa, porque el mercado estaba exigiendo tasas más altas que las que pretendía el emisor.

YPF sólo aceptó un total equivalente a unos u$s67 millones, distribuidos entre los tres instrumentos ofrecidos ayer.

Así fue que en la emisión de Obligaciones clase IV Nominadas en dólares, YPF pagó una tasa fija de 7% anual por u$s19.718.482 a un año de plazo, según la información enviada por la empresa a la Comisión Nacional de Valores ayer a última hora. En este caso, recibió 167 órdenes por un total equivalente a u$s21,8 millones. Pero aceptó solamente u$s19,7 millones para no convalidar el nivel de tasas pretendidas.

La emisión se completó con dos series de Obligaciones Negociables denominadas en pesos (clase II y clase III) a seis meses y un año de plazo respectivamente. Ambas fueron a tasa variable.

En la ON Clase II se recibieron ofertas por $2.211 millones, pero sólo se aceptaron $1.683 millones, a 6 meses de plazo con una tasa de corte de 3,75% nominal anual sobre Badlar.

En la ON Clase II se recibieron ofertas por $1.156 millones, que fueron aceptados en su totalidad, a un año de plazo con una tasa de corte equivalente a 6,0% nominal anual sobre Badlar.

La intención inicial de la petrolera era obtener los citados u$s75 millones con posibilidad de ampliar la colocación hasta los u$s150 millones.

Sin embargo eso no sucedió porque los colocadores consideraron que el nivel de tasas exigidas por el mercado no era el más conveniente. “El mercado estaba muy inflexible”, comentó a Ámbito Financiero una fuente que participó de la operación. “El resultado no es tan malo si se tiene en cuenta el contexto adverso que hubo en el mercado”, añadió, aludiendo así a la caída generalizada que registraron ayer bonos y acciones.

Esto se relaciona con el impacto negativo de la suba de aranceles al acero que aplicó Estados Unidos, pero también a la incertidumbre que rodea el futuro de YPF con el cambio de gobierno nacional. Ni siquiera la zanahoria de Vaca Muerta pudo tentar a los inversores, que exigían tasas elevadas.

Los fondos serán destinados a financiar la inversión en activos fijos y el capital de trabajo, había anticipado YPF el lunes.

Fuente: Ambito