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El alza se concretaría a partir del domingo 1 de diciembre.

Desde el primer minuto del domingo, cuando el calendario marque el inicio de diciembre, subirán los impuestos para los combustibles. Y eso se reflejará en los precios, que subirán entre un 5% y 6%.

El Gobierno publicó el viernes una actualización del impuesto a los combustibles en el Boletín Oficial. Este nuevo valor, sumado al incremento de los precios de los biocombustibles el miércoles pasado, desembocará en nuevos aumentos en los surtidores.

El impacto de las modificaciones impositivas sobre los precios es discutido. En una petrolera lo estimaron entre un 0,75% y 1,3% del importe final en surtidores. En otra compañía hablaron de un 2% sobre los combustibles.

Solo por el impuesto, vinculado a la inflación pasada, se esperaba que el aumento tuviera un piso de entre 2% y 3%. Pero, con el alza también de los biocombustibles, no bajará de 5%, según indican en las petroleras.

El litro de nafta súper, que se despacha a $ 50,19 en las estaciones oficiales de YPF en la ciudad de Buenos Aires, se ubicaría en valores más cercanos a los $ 52,70 como mínimo.

En las compañías se comentaba que la recomposición será de entre 5% y 6%. Entre un 1% y 2% de ese aumento es por los impuestos. Y entre 3% y 4% será para mejorar los márgenes de las petroleras.

La nafta tributa $ 11,23 por cada litro vendido, mientras que el gasoil paga un impuesto de $ 6,928. Esos valores iban a subir desde el 1° de diciembre alrededor de 5%. Pero el impuesto se desdobló: una parte comenzará a regir el domingo y otra a partir del 1 de enero.

Más de la mitad del precio de la nafta súper se explica por el petróleo y los distintos componentes de la cadena comercial (traslado, logística, margen para las estaciones). Sobre un importe de $ 51, cerca de $ 23 están destinados a pagar el componente de biocombustibles, impuestos generales (IVA e Ingresos Brutos) más los tributos específicos (como Impuesto a los Combustibles Líquidos y al Carbono).

El Poder Ejecutivo decidió regular el precio de los combustibles por 90 días. En ese período, habilitó dos incrementos, de entre 4% y 5% cada uno. Hace una semana, terminó la vigencia de ese decreto. Desde esa noche, las petroleras retomaron los aumentos, del 5%.

Pero las compañías argumentan que aún no es suficiente, y que aún están por debajo del precio de “paridad de exportación”. Ese importe es el equivalente al importe de un barril de petróleo si se exporta, descontadas retenciones y otros derechos aduaneros.

Las ventas de combustibles no están en caída -como sucedió en la mayor parte del año-, pero tampoco en alza.

Por las fiestas, diciembre suele ser un mes favorable para las estaciones de servicio. En ese sentido, un aumento pasaría más desapercibido que en un momento de retracción.

En la cabeza de las compañías  hay una recomposición más hacia diciembre. Pero los nuevos tiempos políticos pueden modificar esa previsión.

El secretario de Energía -Gustavo Lopetegui- señaló que el Estado dejó de recaudar $ 100.000 millones durante este año. Fue por haber evitado la suba de impuestos por inflación, a través de reducciones temporarias.

Según números que difundió el Gobierno, el litro de nafta súper terminará el año en $ 59,8 mientras que el de súper se ubicará en $ 65,5. Ese promedio es “nacional”, según fuentes oficiales, por lo que supera los niveles de Buenos Aires.

Los precios de la nafta son más económicos en Buenos Aires que el resto del país. La excepción es la Patagonia, donde los combustibles poseen menor carga tributaria, salvo el gasoil que allí si es más elevado.

 

Fuente: Clarin