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Los Supercargadores de Tesla son como las gasolineras. Tanto es así que en las zonas donde hay muchos Tesla y en periodos de vacaciones, te puedes encontrar con una impresionante cola para repostar, digo, para recargar la batería. Así lo ha comprobado -y colgado en Youtube- este usuario de Tesla en San Luis Obispo, California, el día de Thanksgiving. El resultado es una cola de varias decenas de Tesla esperando su turno.

Tesla ha sido una marca disruptora en muchos aspectos y en muchos otros se ha limitado a vender soluciones que ya equipan otros fabricantes como si fuesen propias y únicas (desde los sistemas ADAS hasta las manecillas que desaparecen en las puertas). Sin embargo hay tres elementos en los que hay que reconocer que está en lo alto de la pirámide.

El primero es la gestión de la energía y el consumo en sus coches -todavía sin igual en la industria-, el segundo es la lección de marketing digital que le da a cualquier fabricante de automóviles y por último es la idea de los Supercagardores para así ofrecer lo que promete la marca: movilidad.

Sin esa red de Supercargadores sería imposible viajar casi como lo haríamos con un coche de gasolina o diésel. Es verdad que según los mercados, la red de Supercargadores es más extensa que en otras. No hablamos de países pequeños, como Suiza o Holanda, sino de países grandes en extensión.

Por ejemplo, en Francia se puede ir por cualquier región sin miedo a quedarse tirado porque habrá un Supercargador cerca. En cambio en el oeste de la península Ibérica, será más complicado. Hace ya más de un año, experimenté en primera persona las ventajas que suponen los Supercargadores y al mismo tiempo lo condicionante que son (no hay en todas las rutas, algunas veces están alejados de las grandes rutas).

Si hay que construir su propia red de Supercargadores, se construye

Y sin embargo nadie le puede negar a Tesla que, mientras la gran mayoría de la industria se queja de la falta de infraestructuras, la firma californiana ni corta ni perezosa se construyó la suya. Olé. El resto de la industria tomó nota y, más vale tarde que nunca, se ha puesto manos a la obra. Varios grupos industriales han puesto en marcha una red alternativa en Europa, la Ionity. Aunque es verdad que, de momento, su despliegue está siendo más lento que el de Tesla y podría tardar más de lo deseado en alcanzar a Tesla.

La baza que suponen los Supercargadores a día de hoy es tal que si tuviese que comprar un coche eléctrico (premium en este caso), no me plantearía otro que no fuese un Tesla. Y mira que el Porsche Taycan es mucho más interesante… Pero es que al final, la tecnología se tiene que adaptar a nuestras necesidades, no nosotros a ella.

 

Fuente: Motor pasion