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Las empresas se apuran para cobrarles a las operadoras antes de la transición. Los contratos de YPF vuelven al dólar oficial. “Cayó la bomba y hay que juntar los pedazos”, grafican desde la industria.

Qué pasa con las pymes de Vaca Muerta después del descongelamiento del barril? La respuesta aún no está tan clara. Pero desde el sector hidrocarburífero apelan a una metáfora de la cual también se hacen eco en el gobierno neuquino: cayó una bomba y ahora hay que cuantificar los daños, algo que puede llevar muchos meses.

Por ahora se estima que unos 2000 trabajadores petroleros están en una situación compleja desde lo laboral, con suspensiones, rotaciones y negociaciones de tareas por parte de las operadoras y principales compañías de servicios especiales, ante la baja de la actividad, que implicó 13 equipos en total y la caída de las etapas de fractura a 310 en octubre, un valor que equivale a la actividad registrada en 2017.

Las empresas, sobre todo las que componen el anillo más alejado de los yacimientos, están apuradas por cobrar las facturas pendientes en este contexto de transición, donde aún no se sabe qué señales dará al sector el gobierno de Alberto Fernández.

Es que el escenario del barril Brent congelado en torno a los $50 y con una brecha de $14 con el precio internacional generó una distorsión enorme en el ritmo de crecimiento que traía la provincia. Incluso, a pesar del desplome de la economía nacional, Vaca Muerta servía de modelo y apoyo, como una suerte de isla con sus propias reglas y como el faro que iluminaba el camino económico, con la lógica de producir, atraer inversiones (aunque pequeñas en comparación con las de YPF) y continuar un modelo de exportación a largo plazo. El horizonte era mirar el sendero del gas natural licuado, armar una propia planta de licuefacción y vincular el récord de la producción gasífera en la Cuenca Neuquina con el puerto. Pero el sistema empezó a hacer agua, en medio de un clima de incertidumbre en plena transición política después de las PASO, cuando el presidente Mauricio Macri perdió las elecciones.

Incluso antes de la medida del congelamiento, el escenario en Neuquén venía con un crecimiento de la facturación en el sector petrolero, a pesar de la dilación de los pagos a las pequeñas empresas, transportistas, de metalmecánica y otras de servicios de seguridad, por parte de las operadoras.

De acuerdo con la información que recabó el Centro Pyme-Adeneu, en colaboración con la Dirección provincial de Rentas, la facturación de las pymes neuquinas durante septiembre fue de 5330 millones de pesos, un 53% más que el mismo mes del año anterior. A pesar de la inflación, la suba de la producción en la cuenca generó más actividad y facturación en toda la cadena de servicios para el sector. Un escenario de facturación que varió en una brecha de 3700 5300 millones de pesos durante el 2019, donde en la provincia hubo una contundente migración a la producción de crudo.

Efectos no deseados

La medida de congelar el precio del Brent (del 15 de agosto al 14 de noviembre) era para amortiguar el efecto inflacionario en el país por la suba de los combustibles, pero no tuvo el efecto deseado desde lo político. ¿El resultado? Subió un 20% el dólar en menos de una semana, las acciones de YPF en Wall Street cayeron un 45% en dos días, y las consecuencias del decreto 566/19 y sus modificaciones solo generaron un dolor de cabeza a la industria. Es más: toda la cadena de pymes en la provincia debió sortear contratos de servicios pesificados a un dólar más bajo pero comprando insumos con la moneda estadounidense a un valor oficial. En suma, a pocas empresas les cerraron las cuentas y algunas tuvieron que reasignar partidas de la renta propia, según coincide un grupo de empresarios.

“Esto fue como el cuento del tío, porque si aceptabas esas reglas, perdías, y si no las aceptabas, no trabajabas y esperabas hasta que se pasen estos tres meses, con una dilatación de la facturación”, graficó a +e una fuente del sector que trabaja hace más de 30 años en la provincia y atravesó todas las crisis.

Aunque el saldo aún no está cuantificado, se estima que la caída real se podrá apreciar entre diciembre y febrero, cuando salgan a la luz los números de la baja de la actividad. YPF, que concentra el 70% de la actividad en Vaca Muerta, fue la que decretó la pesificación de los contratos, mientras que las demás operadoras, como ExxonMobil, Tecpetrol, Shell, Vista Oil o Pan American Energy, decidieron mantener las reglas contractuales a un cambio oficial y evitar la distorsión de precios.

“No es lo mismo amortizar el pago del cable de una grúa con un dólar a 65 pesos y después prestar un servicio de horas máquina a 45 pesos el dólar. Es claro que hay un recorte que seguramente se va a refacturar en algún momento a las operadoras. El tema es cómo se va a hacer”, ejemplificó el empresario sobre la situación en la zona.

Después del 10 de diciembre se viene otra etapa en Vaca Muerta, más compleja, atada a las decisiones del grado de regulación en el sector hidrocarburífero que tome Fernández. Mientas tanto, las casas matrices de las operadoras hacen números finos de cómo invertir en la industria no convencional.

Un canal entre las operadoras y las pymes

Julián Cervera, presidente del Centro Pyme-Adeneu, explicó que la situación que vive el sector es compleja, pero que la evaluación del impacto real del congelamiento en el precio de los combustibles se verá en los próximos meses. “Hemos tendido puentes entre las operadoras y las pymes en este contexto, que estimamos recién vamos a tener una evaluación en estos meses”.

Cervera indicó que hoy son muchas las compañías que están preocupadas por cobrar facturas atrasadas a las operadoras y que hay incertidumbre por las medidas que se puedan tomar a futuro. Priorizó la situación financiera de las empresa locales para sostener el empleo regional.

Analizar variables para garantizar empleo

El ministro de Producción e Industria de la Provincia de Neuquén, Facundo López Raggi, sostuvo que el gobierno neuquino tiene el foco en garantizar el empleo en la cadena de empresas más perjudicadas de la industria petrolera. “Estamos avanzando en la generación de una serie de indicadores vinculados al devenir de las pymes, del tejido empresarial local”, sostuvo el funcionario provincial, en el contexto del descongelamiento del precio de los combustibles y el impacto en Neuquén. “Estos indicadores tienen que ver con la variable de facturación de diferentes anillos de la cadena de valor hidrocarburífera, y necesitamos analizar la evolución del empleo”, concluyó.

La crisis es previa

La cadena del malestar de las pymes locales

falta de financiamiento

El aumento de las tasas de interés, que tocaron el 60%, generó un hueco en aquellas empresas que querían invertir en capital de trabajo para Vaca Muerta.

Atraso en los pagos

La dificultad para financiarse generó una dilación de pagos de las operadoras a las pymes. Los 90 días fueron fatales en el contexto de inflación y tasas altas.

El freno al precio interno

El barril congelado generó una distorsión donde los insumo estaban dolarizados y los servicios, muy por debajo del valor oficial para las pymes.

Fuente: Mas E