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Es por la suba del impuesto a los combustibles. Pero dicen que deberían sufrir un incremento de entre 10 y 15% adicional después del congelamiento.

Las naftas aumentarían un 5% adicional a partir de diciembre por una actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) ya oficializada. Sin embargo, deberían subir entre 10 y 15 por ciento adicional antes de fin de año para alcanzar el precio de paridad de exportación, según las petroleras más importantes del país, que representan cerca del 80% del mercado.

El litro de nafta súper, que este jueves pasó los 50 pesos en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, subiría otros $2,20 el mes que viene, como mínimo. Las empresas no descartan aplicar en diciembre dos incrementos: uno para cubrir el impuesto y otro para recomponer margen de ganancias. Aunque el tempo dependerá del cambio de Gobierno.

Las empresas no la tienen fácil: el consumo de combustibles viene en caída libre. En lo que va de 2019, bajó entre 3 y 4 por ciento, pero hay una migración hacia la nafta súper desde la premium, cuya venta se desplomó entre el 25 y 30%. Cada movimiento de precios resiente el consumo. Por eso, Axion y Shell esperan que YPF, que tiene el 60% del mercado, marque el precio de referencia.

Este jueves se terminó el congelamiento por 90 días que había dispuesto el Gobierno después de las PASO y que contó con subas parciales de 4% en septiembre y 5% en noviembre. El último aumento, sin embargo, cubrió parcialmente un incremento en el ICL y una suba en los precios de biocombustibles.

El ICL se actualiza cada tres meses con la inflación del trimestre previo. Pero desde marzo, el Gobierno postergó reiteradas veces la actualización del tributo. Ahora, dispuso que, a partir del 1 de diciembre, el impuesto a los combustibles recupere todo el terreno del año, y subirá 21 por ciento. Eso impactará en los combustibles con un 5% de aumento.

En agosto, después del resultado de las primarias, el Gobierno congeló el precio del barril de crudo con un dólar a 45,19 pesos y definió una compensación parcial que las empresas y provincias afectadas no tomaron para no desistir de los reclamos judiciales. Luego, actualizó el precio del crudo en septiembre y en noviembre. Desde este jueves, las refinerías pagarán por el barril el precio internacional, con el dólar a $59,70, la cotización mayorista.

El Gobierno entrante se encuentra en una disyuntiva: los economistas de Alberto Fernández entienden que deben impulsar Vaca Muerta para generar divisas. Pero para hacerlo, deberán garantizar a las empresas condiciones de inversión. La principal es el precio internacional del crudo. Ese precio lleva a que la nafta súper deba tener un precio de entre 1 y 1,15 dólar por litro en el país. Desde que se congelaron los precios, en agosto, las inversiones en Vaca Muerta se derrumbaron.

La pregunta que ronda en el ambiente petrolero es cómo comulgarán la ley de fomento a las inversiones que diagrama Guillermo Nielsen, uno de los asesores de Fernández, con la intención de acordar precios y salarios.

Según una fuente del sector, el congelamiento implicó para las petroleras una pérdida de entre U$S430 millones y U$S450 millones en tres meses. La cifra surge de calcular un descuento de 10 dólares en cada barril producido, entre 450.000 y 500.000 por día, durante 90 días.

En lo que va de 2019, las naftas aumentaron durante ocho meses y bajaron en enero y en febrero. Solo en octubre los precios no se movieron -en realidad, lo hicieron el 31-. En noviembre hubo dos subas, contando la del último día del mes previo, por un 10% en total.

Así, las naftas acumularon una suba del 30% en lo que va del año y el gasoil un incremento del 38% (en promedio, los combustibles suben 33%). La inflación acumuló a octubre 40,2 %. El impuesto a los combustibles sube 45% y, con la suba que falta, se acercará al 75% desde diciembre de 2018.

 

Fuente: TN