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El próximo 14 de noviembre caduca el decreto que congela los precios de los combustibles, y que para las operadoras petroleras y las provincias productoras de petróleo -como Chubut- tiene un impacto negativo. Según algunos analistas, el combustible debería subir un 27%.

COMODORO RIVADAVIA (ADNSUR) – “En 2014 el litro de nafta valía un dólar con 40 centavos y no hubo ningún escándalo, pero hoy está entre los valores más bajos de la historia, en 75 centavos de dólar. ¿Por qué no puede costar, al menos, 1 dólar?”. Con estas palabras, el reconocido consultor en temas energéticos, Daniel Gerold, graficaba durante la reciente Expo Oil&Gas en Capital Federal el retraso de los precios de los combustibles, a partir del decreto 566, que caducará el próximo 14 de noviembre.

Cualquiera sea la cotización que se tome hoy, ya sea la oficial o la del dólar “blue”, o la posible nueva paridad que podría acarrear si arranca otro ciclo de devaluación del peso frente a la divisa norteamericana, haría crecer la brecha con los precios actuales, que las compañías estiman en el orden del 20% frente a los precios oficiales en Capital Federal, con un leve incremento de ese diferencial si se compara con los precios que rigen para las naftas en la Patagonia.

Si se toman como referencia las palabras del ingeniero Gerold, que mantuvo una entrevista con el suplemento Santa Cruz Produce, de La Opinión Austral, entonces el retraso actual de un litro de nafta (súper) que se ubica en el orden de los 45 pesos en Capital Federal, comparado con los 62 pesos promedio que cerró esta tarde el dólar, el combustible debería subir un 27%, para equiparar los 17 pesos de diferencia. Claro que esa brecha depende del tipo de cambio que se tome como referencia: el dólar blue cotizó hoy por encima de 69 pesos.

El planteo de Gerold apunta a que incluso el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, pudo en 2014 trasladar de forma paulatina el monto de la devaluación hasta alinearlo con los combustibles, sin que esto hubiera provocado un caos inflacionario, como el que se teme hoy. También es cierto que las variables económicas en aquel momento eran diferentes, empezando por el poder adquisitivo de los salarios, que no estaban tan erosionados como en la actualidad frente a una inflación que superará, por segundo año consecutivo, el 50%.

Si bien en la determinación del precio de los combustibles inciden tres factores principales (cotización internacional del petróleo, tipo de cambio y la suma de impuestos internos), la referencia más habitual que se ha seguido en el país se vincula con la equiparación del tipo de cambio: “es lo que resultaría del precio del petróleo en condiciones de exportación. Nadie pide que suba un 25% mañana, pero en 5 meses, como hizo el entonces ministro Kicillof en el año 2014, sí se puede hacer”, razonó el consultor al abordar este tema.

Impactos en la Patagonia

El modo en que se “descongelarán” los precios de los combustibles dependerá de las decisiones que adopte el gobierno que resulte electo el próximo domingo, como también del reacomodo de las variables económicas durante el período de transición. En medio, en los próximos 20 días, llegará la fecha de caducidad del decreto que determinó los precios a partir de un tipo de cambio congelado en 49 pesos y comenzará el análisis sobre el modo en que se trasladará dicho impacto.

Por lo pronto, el tema está pendiente, pero una variación cercana al 27% para la nafta súper en Comodoro Rivadavia implicaría pasar desde los actuales $40,99 de la marca YPF a un monto cercano a los $51, si se aplicara el porcentaje en una sola etapa, algo que parece difícil imaginar en el escenario económico actual. La nafta Premium, que en Comodoro vale $49,14 (por debajo de los $52,49 que muestran estaciones de Capital, según datos de la Secretaría de Energía de la Nación), se reacomodaría en un porcentaje promedio del 20%, considerando las variables de mercado que adopten las compañías (ya que este produjo retrajo sus ventas ante las subas de precios del último año).

El documento que circula sobre los equipos técnicos del PJ y el posible plan energético de un eventual gobierno de Alberto Fernández da algunas pistas sobre lo que podría esperarse: si se sigue ese criterio de análisis, los productos energéticos (electricidad y combustibles líquidos entre ellos) no deberían seguir automáticamente la evolución del dólar, sino que se debería establecer un análisis profundo de la estructura de costos y fijar la incidencia real de cada componente para determinar su valor final.

Por ahora, todo es materia de especulación en función de las expectativas que dejan entrever los analistas del mercado, como también desde las propias compañías. La historia reciente permite tomar algunas referencias: el 23 de octubre de 2014, el dólar oficial en Banco Nación cotizaba en torno a los $8,50, mientras que el litro de nafta Premium en una estación YPF de Capital Federal se ubicaba por encima de los $13. En Comodoro Rivadavia, la Premium se ubicaba en torno a los $11, mientras la Súper oscilaba los $10.

 

Fuente: ADNsur