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Cómo funciona la lógica del mercado energético en Argentino, bajo el análisis de Raúl Parisi, director del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales.

El gas y los combustibles son formadores de precios de la economía e impactan el bolsillo de los argentinos; lo que nos obliga a analizar cómo variaron sus precios con el aumento de producción de gas y petróleo de Vaca Muerta. Y si las medidas del DNU 566 para evitar el traslado a precios de una devaluación del 30 % fueron correctas, en medio de una crisis económica.
Mientras la producción de gas y petróleo suben, nos preguntamos: ¿cuál es su impactó en los precios?; luego que su producción disminuyó durante años, hasta transformar la balanza energética de 7.500 MM U$ superavitaria, en 6.500 MM U$ deficitaria por subsidios crecientes al consumo.
La producción de gas empezó a aumentar cuando aumentó su precio; y con la Resolución 46 del Ministerio de Energía que otorgó subsidios, Tecpetrol produjo un boom de su producción en Fortín de Piedra que demostró el potencial de Vaca Muerta. Que junto al recorte de subsidios a la demanda, la disminuyó; y el mercado encontró un nuevo nivel de equilibrio con menores importaciones.
Mientras hubo estímulos, se comparta el camino elegido o no, la producción de gas subió; y cuando el gobierno contradijo su objetivo de aumentar la producción e incumplió su propia Resolución, aduciendo cambios de interpretación, su crecimiento cayó.
Tecpetrol redujo de inmediato su actividad, y mantuvo la producción en 17,5 MM sin crecer, a los 21,5 MM m3/día programados; y las demás empresas pasaron a ventana petróleo.
Su producción aumentó en 2 años de 115 a 144 MM m3/día; redujo las importaciones, y el déficit de la balanza energética cayó de 3.570 MM U$ a cero. Y hubiese seguido creciendo, si el gobierno no alteraba las reglas, generaba políticas para ampliar el mercado de gas, y hacer bajar más el precio interno impulsando contratos en Firme con países limítrofes como Chile y Brasil, para garantizar su suministro. Y poder desplazar sus actuales contratos de compra de LNG.
Tanto la producción de gas como de petróleo funcionan según las reglas de mercado; pero mientras el segmento monopólico de Transporte y Distribución de gas tiene un Marco Regulatorio que define las reglas de juego, el mecanismo de formación de precios, la periodicidad y forma de trasladar sus variaciones a los usuarios, y una Autoridad Regulatoria que arbitra y controla su cumplimiento. Los combustibles no.
Lo que explica porqué el precio del gas bajó el 37%, de 6,68 a 4,20 U$ /MM BTU y sigue bajando; con una mejora de 3.500 MM U$/año en competitividad de la economía; que se traduce en sus menores precios para generación, la Industria y Distribuidoras que abastecen los consumos residenciales. Porque el mercado funciona.
Fuente: Petrolnews