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Cinco alumnos de la Universidad Tecnológica Nacional de Buenos Aires triunfaron en el concurso internacional “Dr. James Lisnyk” tras presentar un proyecto que reduce hasta un 20% las emisiones de dióxido de carbono

Un grupo de alumnos de Ingeniería Naval de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) de Buenos Aires ganaron el concurso internacional “Dr. James Lisnyk”, organizado por la Sociedad de Arquitectos Navales e Ingenieros Marinos (SNAME, por su sigla en inglés), por un proyecto de construcción de un buque logístico sustentable para la navegación antártica.
La propulsión a gas natural licuado (LNG), combustible que utiliza el barco, fue uno de los puntos más destacados a la hora de evaluar el proyecto de los alumnos Esteban Escudero, Ian Carlos Alvarenga, Juan Cruz Tauterys, María Junco, Maximiliano Mavica. El equipo estuvo coordinado por el ingeniero Agustín Ibarra.
El trabajo se destacó por las importantes ventajas ambientales que ostenta frente a una embarcación convencional: reduce hasta un 20% las emisiones atmosféricas de CO2 -principales causantes del cambio climático- y en más de un 90% el óxido de azufre y material particulado.
“Nos reunimos con la Armada, nos dijeron que tenían proyectado construir un buque supply, que fuera soporte de un rompehielos. Este barco iría detrás, por ejemplo, del Rompehielos Almirante Irízar y le iría dando soporte en el mantenimiento de las bases en la Campaña Antártica”, explicó Ibarra.
En la actualidad, a los argentinos que viven en la Antártida se los provee de insumos -únicamente- mediante el rompehielos ARA Almirante Irízar, el cual pertenece a la Armada Argentina desde 1978. El buque se incendió en 2007, con 241 tripulantes a bordo, y volvió a zarpar diez años después tras una ardua reparación.
El buque posee 132 metros de eslora, 22 metros de manga, 12 metros de puntual y 7,7 metros de calado. Además tiene la capacidad de navegar por aguas polares, transportando carga, personal y provisiones para las campañas antárticas.
“La propulsión es a través de gas natural licuado, con lo cual genera menos contaminación y eso es clave para navegar un área protegida como la Antártida”, afirmó Ibarra. (…)

Fuente: Infobae