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La construcción del principal bloque de shale gas de Vaca Muerta está a menos de dos meses de culminar. Llevan invertidos más de 2.100 millones de dólares.

El bloque que marcó un antes y un después en la incipiente historia de Vaca Muerta está a menos de dos meses de culminar con las obras del proyecto inicial. El tercer fin de semana de noviembre se realizará una parada de planta en la que se harán las últimas conexiones para que el lunes 18 entre en operación el tercer módulo Dew Point de la Planta Central de Procesamiento (CPF, por sus siglas en ingles) y el bloque quedará listo para producir 17,5 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d).

Antes de mitad de año los directivos de la compañía confirmaron que ya habían llegado al plateau de producción y esto se debe principalmente a las propiedades del gas. Al tener un poder calórico muy alto el volumen se incrementa. Actualmente inyectan al sistema entre 17,1MMm3 y 17,2MMm3. La proyección para el verano es de entre 10MMm3 y 12MMm3.

Desde que comenzó a producir en el bloque la compañía realizó diversas optimizaciones en la capacidad de deshidratación que, con todas las instalaciones funcionando, podrían superar la marca, pero en el contexto de mercado actual sería innecesario.

En números

74 pozos son los que tienen activos en Fortín de Piedra. Hay cerca de 21 que están completados, pero no conectados.

Hasta la fecha lleva invertido en el bloque cerca de US$ 2.100 millones, un monto que respeta el compromiso de inversión acordado en 2016 que anticipaba que, para para final de 2019 se iba a llegar los US$ 2.300 millones totales.

Según información de la secretaria de Energía de Nación, el brazo petrolero del grupo Techint tiene actualmente 74 pozos en producción y 21 completados, pero no conectados. Esto responde al driver actual de la compañía que ya no busca incrementar el nivel de producción, sino más bien mantenerlo. A medida que la demanda o el declino de los pozos lo requiera, se van a concretar las terminaciones. La meta inicial era llegar a finales de 2019 con 150 pozos para cumplir con las proyecciones, pero se cumplieron antes.

En números

2.500 metros es la extensión de la rama lateral de los pozos. Las etapas de fractura son 34.

La manera más simple de graficar el impacto que generó el ingreso de un player del calibre de Tecpetrol en Vaca muerta es que por los metros cúbicos que rápidamente comenzó a inyectar al sistema nacional, volvió a sobrar el gas en el verano.

Se trabajó día y noche para levantar las instalaciones suficientes para comenzar a extraer, procesar e inyectar el gas lo antes posible y es que el incentivo era claro. Desde el día cero el objetivo fue aprovechar al máximo el estímulo a la producción no convencional -Resolución 46- que caduca en 2021 y asegura un precio mínimo de venta. Hoy solo cobran el subsidio por 8,5 MMm3/d.

El bloque se construyó en tiempo inédito para la formación.

Uno de los argumentos del efecto disruptivo del trabajo de Tecpetrol en Vaca Muerta es que desde el primer día comenzaron con un know how suficiente para lograr que los pozos perforados sean altamente productivos. A diferencia de Loma Campana de YPF que luego de 2016 empezó con los pozos horizontales. Para tener dimensión, un pozo horizontal de aproximadamente 33 etapas de fractura equivale a entre 6 a 10 pozos verticales con 5 etapas de fractura.

Los primeros pozos que perforó la compañía tenían un diseño distinto al que emplean ahora. Las ramas laterales pasaron de 2.000 a 2.500 metros y de aproximadamente 25 etapas de fractura comenzaron a operar en el orden de las 34. Cada pozo tiene un costo poco superior a los US$10.000.000. Los pads son de entre 3 a 4 pozos, dependen del capital de trabajo.

El bloque llegó a tener cerca de 5.000 operarios en el pico de los trabajos repartidos entre las actividades de perforación, producción, mantenimiento más los obreros de construcción. Con las instalaciones a medio terminar el bloque se convirtió en el yacimiento onshore más grande del país al aportar al sistema el 10% de la demanda nacional. Ahora con todas las facilities online la capacidad supera el 13%.

Lo logrado por la compañía es una muestra del potencial de Vaca Muerta que, con el aporte de una sola área que aún tiene varias hectáreas sin producir, logró reducir el déficit energético del país.

Si hay algo que demostró el grupo Techint es que si las reglas de juego son claras tienen la espalda suficiente para hacer desarrollos en tiempo récord. Si bien esta vez no hay subsidios en juego, la sinergia del grupo es garantía de velocidad y eficacia.

Además de Fortín de Piedra la compañía tiene concesiones no convencionales (Cench) en Punta Senillosa y en Los Toldos I Norte (gas) y Los Toldos II Este (petróleo), que las adquirió hace menos de dos meses.

En estas últimas dos áreas la compañía tiene el 90% de participación mientras que el 10% restante pertenece a la petrolera del Estado neuquino GyP.

En junio el CEO de Tecpetrol, Carlos Ormachea, le dijo a Energía On que, si bien la nueva área de petróleo se trata de un proyecto más chico que Fortín de Piedra “una vez que se haya terminado” el proceso evaluativo de campo van a avanzar rápidamente en la fase de desarrollo masivo.

Con el mercado del gas casi saturado por falta de mercado, es seguro que acelere la de shale oil.

Para la fase piloto se comprometieron a invertir US$ 133 millones de los cuáles US$ 60 millones estarán destinado a Los Toldos I Norte y para el área petrolera los restantes US$ 53 millones.

Con este anuncio Tecpetrol se convirtió en la única empresa que le solicitó a provincia una Cench en los nueves meses que van del 2019.

El compromiso asumido para la etapa de factoría del bloque de gas es aproximadamente de US$5.420 millones y comprende la perforación de 547 pozos. De ese monto, US$268 millones estarán destinados para obras de infraestructura.

Para el bloque petrolero la inversión para el desarrollo masivo alcanzará los US$1.766 millones de dólares y se realizarán 149 pozos. En este caso el dinero destinado para instalaciones de tratamiento será de US$ 117 millones.

Ambos desarrollos equivalen a una inversión de aproximada de US$7.186 millones.

Fuente: Rio negro