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El país se puso a tope de los conocimientos tecnológicos por encima de las grandes potencias, según un trabajo internacional. Las claves del fenómeno

a transformación digital avanza a toda velocidad, montada sobre innovaciones tecnológicas que van tornando obsoletas a muchas actividades y poniendo en peligro millones de puestos de trabajo.

Así como el mundo otra vez lamenta que Argentina se ubique en las peores posiciones en varios de indicadores socioeconómicos clave, la capacidad de sus profesionales no deja de asombrar incluso a las principales potencias.

Por lo pronto, en el país la llamada industria del Conocimiento (o industria “4.0”) muestra un panorama totalmente opuesto al resto de la economía. Tal es así que el Observatorio Permanente para la Industria de Servicios Informáticos (OPPSI) remarca que este año quedarán al menos 14.000 posiciones sin cubrir, producto de una demanda laboral que supera ampliamente la oferta.

En tanto, desde la consultora Mercer señalan que 6 de cada 10 empresas tienen como principal desafío 2019 la retención de talentos. En gran medida, ya que muchos profesionales trabajan “en” o “hacia” el exterior, siendo que Argentina ocupa un lugar de privilegio a nivel global.

Economía e innovación

Para medir a los países más competitivos en destrezas tecnológicas, la plataforma global Coursera presentó su Índice de Habilidades Globales (GSI, por sus siglas en inglés).

Coursera releva los datos de 60 países que, en conjunto, representan el 80% de la población y el 95% del PBI del planeta. Además, participan desde empresas líderes globales hasta asociaciones y universidades, con más de 40 millones de estudiantes de todo el mundo.

Esta primera edición del GSI se centró en las habilidades empresariales, tecnológicas y de ciencia de datos que emergen como cruciales en la era de la automatización y de la inteligencia artificial.

Hardware Business Review (HRB) tomó este informe y comparó el nivel de destrezas de cada país (elaborado por Coursera) con el nivel de automatización de cada uno de ellos (medido por la consultora McKensey).

A partir de ello, clasificó a los países en cuatro grupos según la posición que ocupan en el ranking general:

– Vanguardistas (desde el puesto 1 al 15)

– Competitivos (16-30)

– Emergentes (31-45)

– Rezagados (46-60)

De la investigación del Hardware Business Review se desprenden fuertes contrastes entre los mercados desarrollados y en desarrollo:

– América del Norte y Europa superan ampliamente a América Latina, Asia y Medio Oriente

– Los países europeos representan más del 80% de la categoría “Vanguardistas”, tanto en Negocios como en Tecnología y Ciencia de Datos.

– Los de África y Asia tienen las peores calificaciones y sus empleos son los más vulnerables ante la transformación digital. El problema es que reúnen el 80% de la población global

Además, la pormenorizada investigación da cuenta de dos curiosidades:

– Los centros globales de innovación tienen un desempeño mediocre. Por caso, Estados Unidos, no es “Vanguardista” ni en Ciencia de Datos, ni negocios ni en inteligencia artificial

– Como contrapartida, aparece un país que se destaca ampliamente por la capacidad de sus profesionales: Argentina

El informe mundial destaca además que el país desarrolló un modelo exitoso con contempla, incluso, a universidades centrándose en la enseñanza de habilidades tecnológicas prácticas y realizando asociaciones con los gobiernos, cámaras y entidades para estimular el espíritu empresarial.

Claves del fenómeno

Según Aníbal Carmona, presidente de la CESSI, esta posición de liderazgo se debe al cumplimiento del llamado “Triángulo de Sábato”, concepto esgrimido por el físico argentino Jorge Sábato que postula que el desarrollo en conocimiento, ciencia y tecnología, debe basarse en una interrelación aceitada entre gobierno, universidades y empresas.

“El diferencial local está en la creatividad y en la capacidad para la resolución de problemas. El profesional argentino está muy por encima de la media global y se caracteriza por sus posibilidades de innovar”, completa el directivo.

Carlos Álvarez, gerente de Tecnología (CTO) de Despegar, asegura que aquí no tiene ningún “bug” en cuanto a talento comparado con otros mercados. “Nosotros no buscamos perfiles de inteligencia artificial por fuera de Argentina, y eso está avalado por informes realizados por expertos independientes”, agrega.

En el país, muchas empresas ya están trabajando con inteligencia artificial (IA) para predecir el comportamiento de las personas en base a las compras que realiza. También con Big Data y otro tipo de avances que lo distinguen por sobre las otras naciones.

Uno de los tantos ejemplos es el de Mercado Libre y su apuesta a la inteligencia artificial en Córdoba; Otro lo aporta IBM, que diseña componentes de su sistema Watson en Tandil, a través de su laboratorio de innovación Silvergate, con profesionales conectados con colegas de la compañía que viven en otros países.

“Trabajamos en forma conjunta con universidades, startups y empresas. Realizamos workshops y capacitaciones para emprendedores y aplicamos tecnología como Internet de las Cosas, Blockchain y nube para acelerar el desarrollo de proyectos que resuelven problemas reales”, señala Román Zambrano, gerente de Tecnología (CTO) de la filial local de IBM.

Al talento de los perfiles técnicos, las políticas públicas y el ecosistema emprendedor se suma otro punto: la promulgación de la Ley de Economías del Conocimiento, con beneficios fiscales dirigidos a compañías con vocación exportadora, entre ellas las de tecnología.

La abundancia de talento argentino, sobre todo en el segmento IT, deriva en que muchas personas puedan mejorar sus condiciones. Sobre todo en términos económicos, al prestar sus servicios desde el país hacia el exterior.

De acuerdo con la plataforma de empleo “on demand” Freelancer, los países que más requieren de los servicios profesionales de argentinos son Estados Unidos, Australia, Reino Unido y España. India y Canadá ocupan el quinto y sexto puesto.

“Empresas del exterior vienen a buscar talentos, a los que le pueden ofrecer condiciones de contratación muy atractivas en dólares. Esto hace que a las firmas locales les resulte muy difícil competir. Además, gozan del beneficio de trabajar por resultados de forma remota, algo muy valorado”, afirma Miguel Terlizzi, presidente de HuCap.

“La alta calificación de los profesionales argentinos les permite participar en proyectos muy relevantes. Se caracterizan por agregarles valor con sus aportes para hallar soluciones”, remarca a iProUP Juan Pablo Cerva Fris, gerente de RR.HH. para Eventbrite en Latinoamérica.

La Ley del Conocimiento

La Ley de Servicios del Conocimiento, votada por unanimidad en ambas cámaras, otorga beneficios impositivos a las empresas que exportan más del 13% de su facturación y se dediquen a ofrecer servicios profesionales al exterior.

“Reduce el costo argentino disminuyendo la carga tributaria para poder competir a nivel global. Esto facilita la apertura de varios mercados, ya que todo lo tributado afuera puede ser tomado a cuenta de ganancias. Esto es de un impacto enorme”, señala Carmona.

Desde Globallogic coinciden: “La ley ayudará a impulsar la mejora de procesos, aumentar la eficiencia, bajar costos y generar innovación en todos los sectores de la economía”.

“La Ley nos da la tranquilidad de que el sector irá hacia adelante, que hay futuro y soporte para nuestras inversiones. Nuestra idea es seguir creciendo”, indica a iProUP Patricia Pomies, Chief Delivery Officer de Globant. Pero este avance que persiguen muchas compañías choca de frente con la escasez de talentos.

Esto enciende señales de alerta por la escasa oferta de profesionales. El directivo de CESSI indica que la entidad está esforzándose junto con las universidades para crear carreras más cortas. La idea es generar más de 200.000 puestos para una industria que, según Pomies, genera un millón de empleos anuales a nivel global.

La Argentina tiene un potencial enorme de crecimiento en áreas como diseño, marketing digital, gerenciamiento de proyectos, tecnología, agronegocios, salud e investigación. “Contamos con profesionales de primer nivel, capaces de impulsar ese desarrollo. Resulta clave la explosión que vivimos de emprendedores y startups”, revela Zambrano.

Según Carmona, desde el sector observamos “la presencia de fondos de riesgo que salen a descubrir hubs de emprendimientos con ideas salvajes. Uno es Softbank, pero también aparecen otros fondos del ‘Silicon Valley’ que aprecian las oportunidades en Argentina”.

Aun frente a una crisis local que no da tregua, el país es terreno fértil para el desarrollo de empresas 4.0 y captación de talentos. Una suerte de “Vaca Muerta” en la nueva era de la economía digital.

Fuente: IProUP