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En la actualidad, el acre de shale neuquino cotiza a un promedio de 7000 dólares, contra los casi 30 mil dólares que sale en los yacimientos norteamericanos.

POR CRISTIAN NAVAZO – Especial

Las petroleras que apostaron por Neuquén hace una década atrás, cuando la empresa provincial GyP lanzó su primera ronda licitatoria de áreas marginales y la productividad de Vaca Muerta concentraba más dudas que certezas, pagaron 400 dólares el acre.

Hoy, el acceso a las áreas del Plan Exploratorio de la petrolera provincial promedia los 3000 dólares, incluyendo el bono de ingreso y los compromisos de inversión. Se trata de áreas de alto riesgo, con pocos pozos y escaso nivel de información e infraestructura.

Las últimas áreas adjudicadas por la empresa provincial tuvieron precios dispares. Pampa Energía pagó 6980 dólares el acre por Las Tacanas, mientras que Statoil obtuvo Bajo del Toro Este a 517 dólares. Retama ofreció 2440 dólares el acre por Parva Negra Oeste, pero luego no reunió el capital necesario para cumplir con los compromisos.

Según el Plan Energético que el gobierno nacional presentó ante inversores extranjeros en los últimos road shows realizados en el exterior, los términos de concesión en Vaca Muerta son mucho más competitivos, incluyendo el costo de entrada, que en los principales plays de Estados Unidos como Eagle Ford, Bakken y Permian.

El documento elaborado por la Secretaría de Planeamiento Energético en base a datos de la consultora Wood Mackenzie destaca que los últimos acuerdos farm-in de YPF promediaron los 8000 dólares el acre, menos de la mitad de los costos norteamericanos, que rondan los 20.000 y 30.000 dólares.

La operación récord en Vaca Muerta fue la venta de YPF a Chevron del 50% de los derechos de Loma Campana, en julio de 2013, a u$s 12.700 el acre. El contexto era diferente: en ese entonces, el barril rondaba los u$s 75 en el mercado interno y se esperaba que alcanzara la barrera de los u$s 100 en poco tiempo y se acercara a la cotización internacional, que en ese momento rondaba los máximos históricos. La petrolera nacional ya contaba con una importante cantidad de pozos exploratorios perforados, lo cual valoriza los activos, junto a factores como la infraestructura existente y el potencial geológico.

Ese mismo año, la petroquímica Dow pagó a YPF 10.790 dólares el acre para ingresar en El Orejano, el primer desarrollo de shale gas de la cuenca. En 2015, Petronas pagó 8800 dólares el acre para entrar a La Amarga Chica. En 2017, con el barril en torno a los 55 dólares, apenas repuntando tras el desplome global del 2014, YPF vendió participaciones de importantes áreas como Bajada de Añelo a Shell, Bandurria Sur a Schlumberger y Bajo del Toro a Statoil, en operaciones que rondaron entre los 7 mil y los 10 mil dólares el acre.

Fuente: LMNeuquen