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El Gobierno posterga otra vez una parte del aumento del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL). Es para moderar o incluso evitar un incremento en las naftas y el gasoil antes de las elecciones.

El Ministerio de Hacienda decidió desdoblar otra vez el aumento pendiente del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL), con la intención de moderar una suba de naftas y gasoil en la previa de las elecciones primarias o, si fuera posible, evitarla.

Según comentaron en reserva a El Cronista tres fuentes sin contacto entre sí, el Gobierno lo decidió ayer y lo oficializaría entre hoy y mañana.

El incremento a partir del 1° de agosto estaría entre $ 0,31 y $ 0,39 por litro en las naftas y entre $ 0,19 y $ 0,24 en el gasoil, valores que tienen una cierta desgravación por contener biocombustibles en estos productos.

Pese a que se aplicará este alza, en las petroleras todavía no saben si tendrá repercusión en el precio de los combustibles al público.

Un aumento generaría ruido económico a apenas 10 días de las elecciones Primarias Simultáneas Abiertas y Obligatorias (PASO) del domingo 11 de agosto.

Solo por este movimiento impositivo, la nafta súper de YPF en Capital Federal debería subir un 0,8%; la premium, 0,7%; el gasoil súper, un 0,6%; y el gasoil premium, 0,5%. Cuanto más caro sea el litro, menor será el porcentaje de incremento.

Pero además, para los próximos días se espera un nuevo alza en los precios de los biocombustibles que se mezclan en un 12% con las naftas (bioetanol de caña de azúcar y de maíz) y en un 10% con el gasoil (biodiesel).

El petróleo, que es la principal materia prima y explica el 89% del precio final, se mantuvo estable en el mes en torno a los u$s 65 por barril en Londres, mientras que el dólar tuvo un salto de 3,2% desde $ 43,50 hasta $ 44,90.

Todo indica que las refinadoras no trasladarán al público sus mayores costos, pero dependerá de la decisión que tome YPF, cuyos ejecutivos conversan con los funcionarios de Hacienda.

La experiencia reciente indica que desde 2009 las petroleras no tocaron los precios de los combustibles en la inmediata previa a una elección ni en el proceso que se extiende hasta que estén definidos los ganadores.

En aquel momento el Estado intervenía en la regulación del sector, lugar del que se retiró a fines de septiembre de 2017.

De replicarse este comportamiento de las empresas, los valores quedarían congelados al menos hasta el 28 de octubre (el día después de los comicios generales) o, si hiciera falta una segunda vuelta en la elección presidencial, hasta el 25 de noviembre.

De acuerdo al cronograma establecido por la ley de Reforma Tributaria (27.430/2017), el ICL debió haber subido en junio $ 1,17 por litro de naftas y $ 0,72 por litro de gasoil.

En cambio, Hacienda postergó el incremento hasta julio y lo desdobló, ya que aplicó solamente un alza de $ 0,39 en naftas y $ 0,24 en gasoil.

Para el mes que inicia mañana, resta un aumento de $ 0,78 por litro en las naftas y $ 0,48 en el gasoil, que no se aplicará en su totalidad.

Si se respetara totalmente el cronograma establecido por la Reforma Tributaria, entre el ICL y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) hasta el 1° de septiembre deberían subir $ 1,67 por litro las naftas y $ 1,09 el gasoil o un 3,8% en la nafta súper y un 2,7% en el gasoil.

Fuente: Cronista