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A tres meses de su implementación, se emitieron 1227 alertas. Se detuvieron 226 personas aunque el 80% fue liberado por distintos motivos. El ministerio de Seguridad porteño analiza cambios. La coordinación con la Justicia y otras fallas.

Son poco más de las 11 de la mañana del miércoles 17 de julio. Un hombre, de campera oscura con chaleco, se baja del subte en Constitución y se dirige hacia los molinetes para salir de la estación. La jornada, que parece transcurrir con tranquilidad, se ve abruptamente alterada cuando una cámara de seguridad capta el rostro del sujeto.

Arroja alerta por masculino. Cabello corto, oscuro, anteojos, contextura robusta”, anuncia una agente en el Centro de Monitoreo Urbano. En apenas medio segundo, el Sistema de Reconocimiento Facial analiza las facciones de la cara del individuo e informa a las autoridades que la persona es buscada por la Justicia.

Una agente de la Policía de la Ciudad da aviso a las autoridades. Créditos: Policía de la Ciudad.
Una agente de la Policía de la Ciudad da aviso a las autoridades. Créditos: Policía de la Ciudad.

La identificación es posible gracias a la base de datos provista por la Consulta Nacional de Rebeldías y Capturas (Co.Na.R.C.), que cuenta con más de 46.000 fotografías de delincuentes y se actualiza a diario. Una vez que se reconoce el rostro y se obtiene confirmación del banco de imágenes, se ordena demorar a la persona. En las últimas semanas, el programa que trabaja con 300 cámaras en simultáneo, arrojó buenos y malos resultados.

El protagonista del video que acompaña esta nota fue detenido el miércoles 17 de julio en la estación Constitución y enfrenta una causa por abuso sexual agravado. Las imágenes muestran, paso a paso, desde que se lo detecta hasta que se lo detiene. Se trata de un expediente que se inició en 2015 y que está a cargo del Tribunal en lo criminal Nº 7 de Lomas de Zamora. No es el primero: otras diez personas fueron capturadas por este mismo delito, además de los identificados por homicidio y causas vinculadas a drogas, robos y hurtos.

A tres meses de la implementación del sistema, se identificó a un promedio de 14 personas por día. Según datos a los que accedió TN.com.ar, el sistema, que funciona en los subtes y ferrocarriles de la Ciudad de Buenos Aires, activó 1227 alertas. Unas 226 personas fueron detenidas por delitos graves; es decir, el 18,41% de los casos. Los 1001 casos restantes (el 81,59%) terminaron en libertad.

Desde el ministerio de Justicia y Seguridad porteño explicaron que la Policía se limita a comunicarle al juzgado la demora de un posible prófugo, y luego la decisión queda en manos de la Justicia. Además, en algunos casos el pedido judicial no implicaba necesariamente una detención. En otros, se produjo un error en la carga de datos y también hubo fallas en el sistema de reconocimiento. Las autoridades aseguran que estos últimos representan solo el “4 por ciento” del total; es decir, unas 40 personas.

Los demorados deben permanecer junto a los efectivos hasta que se aclare cuál es su situación, lo que puede demandar varias horas. En algunas oportunidades el retraso se genera ante la falta de respuestas por parte del juzgado, y en otras, a que el sistema no relaciona el nombre y apellido con el número de documento.

“Tenemos que bajar el tiempo de demora porque vos no arrestás a una persona solo porque el sistema lo reconoce. Hasta que corroborás que esa persona es la que es, lo demorás“, señaló Diego Santilli, vicejefe de Gobierno porteño y ministro de Seguridad de la Ciudad en una entrevista con Clarín. Y agregó: “Empezamos con un grado de 78 por ciento de certeza del sistema en la búsqueda, y ahora subimos ese porcentaje a un 80 por ciento”.

El caso más destacado fue la detención de un violador serial que tenía 18 denuncias por abuso sexual gravemente ultrajante. El sistema lo detectó y la Policía de la Ciudad lo detuvo. El agresor, de 61 años, fue identificado mientras se trasladaba por la Línea A de subte. Fue puesto a disposición del juzgado Criminal de Instrucción 35.

Según explicaron desde esta cartera, el software detecta el género de la persona con una precisión del 99%, y la edad con un 95% -dentro de un umbral de tres años-. El reconocimiento se lleva a cabo desde diversos ángulos y condiciones de iluminación, aún ante modificaciones de la apariencia como suele ocurrir con el uso de anteojos, barba, bigote, gorra, sombrero o cambios de peinado.

El sistema trabaja con 300 cámaras en simultáneo. Créditos: Policía de la Ciudad.
El sistema trabaja con 300 cámaras en simultáneo. Créditos: Policía de la Ciudad.

Para lograr esta efectividad, las cámaras de videovigilancia tienen resolución 4K. Las mismas pueden visualizar escenas con muy poca luz y condiciones climáticas adversas, poseen autofoco y su configuración permite un registro en 360 grados. A su vez, fueron instalados domos con un zoom óptico de 30X y alta velocidad de movimiento, con capacidad para visualizar y seguir a cualquier persona u objeto.

Pese al despliegue tecnológico, también hay errores y casos testigo. María Raquel Holway, una referente de la lucha contra la explotación de menores, fue demorada porque figuraba en la lista de la Conarc. La mujer había sido denunciada en 2002 por su expareja, que la acusó de falsificar documentos públicos para viajar al exterior con su hijo. El juez de la causa la había sobreseído en 2004 pero la orden de captura seguía vigente: debió esperar una hora hasta que todo se aclarara.

Otro de los casos es el de Leonardo Colombo Viña, que compartió su experiencia a través de su cuenta de Twitter. Lo confundieron con un hombre buscado por un robo a mano armada porque su DNI era el mismo que se colocó en el requerimiento judicial. La falla, en este caso, se originó en la Justicia y se trasladó al sistema.

Fuente: TN