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Se producen entre perforaciones cercanas cuando una está siendo fracturada. Puede perjudicar la producción y hasta causar derrames. El incremento de los desarrollos masivos aumenta los eventos y podría generar incidentes entre empresas.

Para realizar la fractura de un pozo no convencional, necesaria para la extracción de gas y petróleo, se inyectan a alta presión más de 45.000 metros cúbicos de agua y 6.300 toneladas de arena. Esos tres fractores pueden generar interferencias en los pozos que se encuentran cercanos y es lo que un estudio reciente demostró que ha ocurrido en algunos desarrollos de Vaca Muerta.

A esas interferencias se las denomina “frac hit” dado que ya sea la presión, el agua o la arena, el efecto que generan en los pozos alcanzados es precisamente el de un golpe que puede derivar en pérdidas económicas ya sea por una baja en la productividad o por la rotura de alguna pieza del pozo afectado.

“Hemos detectado frac hits en pozos ubicados hasta a 800 metros en lo que es longitudinal y a hasta los 80 metros en vertical”, explicó a “Energía On” Luciano Fucello, el Country Manager de NCS Multistage.

El fenómeno era hasta cierto punto esperado dado que tanto en los desarrollos no convencionales de Estados Unidos como de Canadá ocurren y obligaron a esos países a tomar cartas en el asunto y legislar medidas paliativas. En el país y en Vaca Muerta no exiten aún medidas concretas al respecto a pesar de que es muy posible que se incremente a medida que la actividad se intensifique con los nuevos desarrollos masivos en marcha.

Es necesario comenzar a pesar en una regulación para anticiparnos a que haya interferencias entre empresas”.

Luciano Fucello, Country Manager NCS Multistage

La interferencia es la comunicación entre una fractura que se está realizando y un pozo vecino en producción. La misma puede ser causada tanto por los cambios de presión que se detectan por medio de la microsísmica, por la onda longitudinal del agua inyectada o bien por la onda longitudinal apuntalada, lo que se conoce como “sand hit” que es cuando la arena de una fractura llega al pozo vecino.

El incremento de la presión es la interferencia que tiene el mayor alcance y la única que no puede ser monitoreada al detalle por medio de trazadores como se utilizan en el agua y la arena de fractura.

YPF ya tomó algunas medidas en sus trabajos en Loma Campana, pero ahora debe prepararse porque tendrá vecinos cercanos.

“Los trazadores son una herramienta bastante nueva para los no convencionales, porque se empezaron a utilizar hace cuatro o cinco años. Hoy hay más de 150 trazadores diferentes que permiten observar incluso cuál fue la etapa de fractura que afectó a otro pozo”, detalló Fucello.

Para el especialista con el uso de trazadores “se está poniendo luz en donde antes había oscuridad. Estábamos a ciegas pero hay que reconocer que todavía faltan medidas por tomar”.

Perjuicios del frac hit

Los efectos de esta comunicación entre pozos no se perciben en la superficie dado que no sólo ocurren a 2.500 de profundidad sino que son milimétricos, “como grietas en un vidrio”, detalló Fucello.

Sin embargo un pozo afectado por un “frac hit” puede verse seriamente afectado e implicar cuantiosas pérdidas económicas.

El impacto del agua inyectada puede provocar que de pronto un pozo comience a extraer más agua y baje así su producción. En tanto que la llegada de arena puede ocasionar también una caída en la producción.

En números

800
metros es la mayor distancia que se detectó para una interferencia en desarrollos de Vaca Muerta.
128
pozos se perforaron en los primeros cinco meses del año en la formación shale.

Uno de los efectos más peligrosos es el incremento de la presión interna del pozo que de no ser controlada puede llevar incluso en la rotura de la bomba y derivar así en un derrame.

Es por esto que en la práctica algunas operadoras como YPF ya tomaron medidas preventivas y antes de realizar una fractura se procede al cierre de todos los pozos ubicados en un radio de un kilómetro.

En la práctica se estima que cuando hay interferencias entre pozos, el más antiguo -o pozo padre en la jerga- puede mejorar su nivel de producción en detrimento de la calidad de la generación del nuevo pozo.

Trabajo riesgoso. El incremento de la presión puede llevar al descontrol de una perforación.

Pero las interferencias no sólo se dan entre pozos viejos y nuevos, sino también entre los mismos pozos de un pad o locación. “Cuando se los fracturaba de a uno, sucedía que el segundo o tercer pozo a veces se veía afectado por estas comunicaciones”, contó el especialista en terminación de pozos no convencionales del ITBA.

En este caso también se cambió la forma de operar y actualmente las fracturas se realizan en todos los pozos el pad a la vez, avanzando por etapas de fractura y no por pozo.

“A medida que en Vaca Muerta se vaya avanzando se van a dar cada vez más estas situaciones porque se van a ir llenando las áreas y en los límites entre concesiones se van a dar situaciones entre operadoras vecinas”, aseguró Fucello.

Impacto

500.000 dólares
puede costar el cambio de una bomba afectada por un golpe de presión o el ingreso de arena.

La advertencia es clara pues si la comunicación es hasta ahora un problema al interior de cada área y, por ende, dentro de los pozos de una misma empresa, en pocos meses más por primera vez dos operadoras comenzarán a fracturar a metros de la “medianera” que divide sus desarrollos masivos.

Se trata en concreto del límite entre Sierras Blancas de Shell y el del área estrella de YPF, Loma Campana. En ese sector es donde es posible que alguna de las dos operadoras deba en un futuro no muy lejano cerrar varios de sus pozos productores mientras su competidora realiza las fracturas de sus pozos.

“Estamos hablando de que una empresa tenga que cerrar pozos por un plazo de un mes por el trabajo que está haciendo otra compañía o que, de lo contrario, pueda darse una afectación entre pozos de distintas empresas por lo que hay que avanzar en regulaciones”, advirtió Fucello.

El desafío de regular los informes de fracturas e incidentes

Tanto en Estados Unidos como en Canadá existen normativas específicas para controlar y tratar de evitar las interferencias entre pozos horizontales.

En Canadá, con sus más de 50 años de experiencia en los no convencionales, la normativa obliga a las operadoras a no sólo informar anticipadamente cuándo y dónde van a realizar una fractura de pozos, sino que también incorpora datos como por ejemplo la presión que se emplea, clave para determinar una interferencia y poder prepararse.

En Estados Unidos se creó en Permian, la formación no convencional con la que Vaca Muerta es constantemente comparada, un sistema de notificación de interferencias por fractura por medio del cual las operadoras comparten un cronograma de los trabajos de fractura de sus vecinos, para proceder al cierre de los pozos que podrían verse afectados.

Es que en Estados Unidos los incidentes por comunicación entre pozo han llegado no sólo a causar derrames sino a enfrentar a operadoras en juicios por los daños causados.

Un set de fractura en plena acción en Vaca Muerta. Foto: Archivo.

“En estos momentos en los que se está hablando de reformar el Capítulo IV de Energía se podría avanzar en una regulación para que al menos las operadoras deban reportar los frac hits y la presión que tienen”, aseguró Luciano Fucello, el Country Manager de NCS Multistage.

El especialista hizo referencia al pedido que desde la secretaría de Energía de la Nación que conduce Gustavo Lopetegui se realizó a las empresas para que amplíen la información que obligatoriamente presentan cada mes bajo declaración jurada sobre sus pozos.

El objetivo del gobierno es conocer la cantidad de etapas de fracturas y el uso de arena y agua para no sólo poder anticipar obras de infraestructura sino también como forma de atraer a nuevos inversores.

Fuente: Rio negro