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En lo que va del año, los combustibles sufrieron un marcado ajuste al alza. Sin embargo, la devaluación compensó los incrementos

Mitad de tabla para abajo. Ese es el espacio que pasó a ocupar la Argentina en el ranking que mide el precio de la nafta en toda la región. Esto, a pesar del fuerte incremento con el que avanzaron las petroleras en las últimas horas.

¿La razón? La reciente escapada del dólar en la plaza doméstica, que pasó a abaratar el precio del litro en comparación con el resto de los países.

Así, por primera vez en muchos años, la Argentina se ubica lejos del podio de los mercados más caros de la región.

Hace un año, el ranking era muy diferente: el país se ubicaba apenas por debajo de Uruguay en términos de los combustibles más caros, con un valor para la nafta súper que merodeaba los 1,70 dólares, seguida por Chile (u$s1,32), Brasil (u$s1,23) y México (u$s1,08).

Ahora, pese al ajuste con el que avanzaron las petroleras, el litro de nafta súper a nivel local se abarató medido en moneda dura: actualmente se ubica en torno a los 0,93 dólares, una cifra que, según Global Petrol Price, pone a la Argentina en situación de empate “técnico” con la república de El Salvador.

Por encima de la Argentina se alinean las siguientes naciones: Uruguay (u$s1,70), Chile (u$s1,20), Brasil (u$s1,11), Paraguay (u$s1,08) y Perú (u$s1,07), por mencionar algunos casos.

Incluso México, que tiene una importante producción de hidrocarburos, cuenta con un valor de la súper (u$s1,02) por arriba de la cotización argentina.

También Costa Rica (u$s0,96), Nicaragua (u$s1,04) y Honduras (u$s1,03) hoy venden la nafta de mayor demanda a un precio más caro que en esta parte del mundo.

La posición de la Argentina en el mapa regional de las naftas, expuesta en este gráfico:

Consultado respecto de la oscilación que ahora convierte a la súper argentina en una de las naftas más baratas de América latina, Gabriel Bornoroni, titular de la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro (FECAC), sostuvo que esta situación en las estaciones de servicio nacionales es momentánea, dado que el pronóstico para mediados de año apunta a que el valor de los combustibles pasará a ubicarse muy por encima del nivel vigente.

En simultáneo a esto, el empresario estimó un menor movimiento del dólar, en la previa a los comicios, lo cual derivaría en una suba en el ranking regional a partir del encarecimiento de las naftas en pesos.

“El lugar de la Argentina a nivel regional en los últimos años fue el cuarto puesto. Esto que ocurre hoy es porque no se trasladó de forma completa al precio final en surtidor todos los aumentos que se han dado en la cadena. Somos un país con petróleo pero el 20% del consumo interno todavía depende de la importación. Eso es lo que termina manteniéndonos siempre entre los de más arriba en la escala”, dijo a este medio.

Subas en el horizonte

Bornoroni anticipó nuevos aumentos con vistas a junio, lo cual justamente devolvería a la Argentina al pelotón de los mercados con las naftas más caras.

“Tomando en cuenta los contratos a futuro en el petróleo Brent, y la estimación también a futuro del dólar, en el sector se pronostica una suba acumulada de hasta el 22 por ciento para ese mes. Hasta hoy tenemos un incremento del 8,5 por ciento. Por ende, de acá a mitad de año se darían subas en pesos de más del 13 por ciento. Si el tipo de cambio se mantiene relativamente estable, esto nos volvería a posicionar entre los países con las naftas más costosas de la región, medidas en dólares”, explicó.

Desde la cordobesa CECC su principal vocero, Raúl Castellano, relativizó la posición actual de la Argentina respecto de los otros países latinoamericanos, aunque -a diferencia de Bornoroni-, consideró que es difícil anticipar la evolución del precio del litro medido en divisas.

“Argentina se ha vuelto impredecible porque todo depende de lo que ocurra con el dólar”, sostuvo Castellano. Además, remarcó la necesidad de observar el poder adquisitivo de los consumidores antes de discutir eventuales nuevas subas.

Aumento reciente

El último domingo, la estatal YPF aumentó el precio de sus naftas en un 4,55% y del gasoil un 4,89%, como consecuencia del aumento en el Impuesto a los Combustibles Líquidos, el tipo de cambio y las variaciones en la cotización del Brent.

De esa manera, la compañía de mayoría accionaria estatal se sumó al incremento que implementó el sábado la firma Raizen, operadora de la marca Shell en la Argentina.

Como ocurrió en otras oportunidades, el mayor incremento porcentual en los precios del gasoil tuvo que ver con el componente importado de este combustible en el abastecimiento de la demanda local, ya que la Argentina es deficitaria en ese segmento.

De esta manera, los nuevos valores de referencia en la Ciudad de Buenos Aires quedaron fijados en 40,43 pesos para el litro de súper -previo al aumento costaba 38,67 pesos-, mientras que el litro de premium o Infinia alcanzó los 46,65 pesos -antes, 44,62-.

Por su parte, las dos variedades de gasoil treparon a 37,94 el litro de Diesel 500 -hasta el sábado costaba 36,17-, mientras que el refinado Infinia Diesel aumentó a 44,40 pesos -antes, 42,33 pesos-.

Como ya es sabido, tanto en naftas como en gasoil los precios de referencia de Capital Federal no necesariamente son extensivos al resto de la Argentina.

Durante el fin de semana, YPF informó que los incrementos reflejan “el efecto de variables clave para la conformación de los precios, como son el aumento en el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) e Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), el tipo de cambio y las variaciones en el valor del crudo Brent”.

La estatal también precisó que “en un marco de volatilidad de las variables que determinan el precio de los combustibles, YPF ha venido buscando adecuar dinámicamente sus valores en los últimos meses”.

Por Patricio Eleisegui
iProfesional